Me llamo Ana, y siempre había querido ser enfermera, pero al ser TDAH, las matemáticas se me daban bastante mal; por el contrario, era muy imaginativa, y decidí estudiar publicidad. El problema vino a la hora de buscar trabajo; en este campo, se centran mucho en la parte comercial, algo que a mi no me gustaba nada. Durante el confinamiento, no podía quitarme de la cabeza cual era mi verdadera vocación, aunque ya me parecía tarde para estudiar enfermería; además tenia que repetir la selectividad por la parte de ciencias, así que decidí hacer un grado medio de de Auxiliar de Enfermería. Me quedé muy contenta, ya que la formación es muy completa, pero muy teórica. Es una profesión en la que vas a trabajar con personas y tienes que tener mucha empatía; tratas com personas enfermas y con sus familiares.

Al pasar a las prácticas, es cuando de verdad conoces cómo es este trabajo; en esta etapa, a los auxiliares se nos trata como si fuéramos basura. Además de ser licenciada en publicidad y relaciones públicas, también lo estoy en magisterio y tengo un máster en protocolo, entre otras cosas; tengo mucha formación. Los profesionales del campo sanitario, tienen muchos “aires” y parece que se les olvida que están tratando con enfermos; he vivido momentos que me han dado auténtica vergüenza. Los auxiliares somos el último escalafón y me han llegado hasta a pegar un manotazo, gritarme, los compañeros te hacen un vacío tremendo, hay enfermeras que ni te miran a la cara ni te hablan por el mero hecho de ser auxiliar. La formación que te dan es muy básica, el grado medio está bien, pero deberían  implantar más práctica; a los auxiliares se nos considera menos que a los demás. Dentro de los privados, hay mucho enchufe; hace más de siete meses que acabe la formación y sigo sin trabajar, cuando algunos compañeros de mi clase por tener ese enchufe, si lo están haciendo, habiendo obtenido yo la mejor nota de mi clase.

Hay FP en la que te forman muy bien y aprendes mucho, siendo innecesario llegar a hacer una carrera, pero en España no se valora debidamente a la gente formada. Sigo haciendo cursos constantemente para ver si me llaman de algún lado, pero no hay nada ¿qué haces? En resumen, es todo una jerarquía, la gente carece de empatía y no quiere enseñarte y un trato bastante nefasto hacia nosotros.

Tenemos que empezar a valorar todas las profesiones, te vas fuera de España y te valoran mucho más, además de ser la remuneración económica muy superior, así es totalmente lógico que cada vez más profesionales cualificados, se formen aquí, pero decidan marcharse. Lo fundamental, es que el grado de TCAE debería ser un grado superior, los cuidados de enfermería somos un pilar básico en la sanidad con escaso reconocimiento en la sociedad. Son dos años de formación, y simplemente tres meses de prácticas, tiempo insuficiente para tomar contacto con lo que es el día a día de nuestra labor. Muchos creen que somos simples “limpia culos” (como comúnmente nos denominan) y realmente tenemos una amplia y gran labor en diferentes áreas y centros hospitalarios. No realizamos únicamente labores de aseo y cambio de camas, también atendemos y cuidamos la parte emocional del paciente y de sus familiares, nos preocupamos por hacer que se sientan lo mejor posible, dentro de lo que cabe. He llegado hasta el punto de replantearme mi profesión, compañeras me han llegado a decir “en este hospital somos considerados mierdas”, cuando yo cuido de mis pacientes como si de familiares míos se tratara. Luchamos porque se nos reconozca dentro e la categoría C1 (actualmente estamos en C2), añadiendo los salarios bajos que eso conlleva. Somos invisibles para la labor tan importante que desempeñamos; somos una pieza relevante dentro de la maquinaria sanitaria y queremos que se nos reconozca.