Pregunta para Parlamento de Canarias
Ante una incidencia la actuación rápida y eficaz de un sanitario podría salvar vidas. ¿Cuándo habrá enfermería en todos los colegios públicos?
Es importante que a los niños se les empodere en su enfermedad desde que son pequeños, y eso pasa por quitarles una mochila que pesa mucho. Si a un niño, con 7 años, le hacemos cargar sólo con su mochila, esto es, que no haya una enfermera en los colegios, el niño no va a crecer del mismo modo que crecen los demás.
Somos un colectivo de padres y madres de niños con diabetes de Canarias asociados (@apadicanarias) y solicitamos enfermer@s en los colegios e institutos (incluidos los concertados).
Ya hay colegios privados que cuentan con enfermer@s escolares lo que hace que muchos padres de niños con patologías se decanten por estos centros. No obstante, en la actualidad, a la mayoría de padres les es imposible hacer frente a un gasto de esta índole, siendo además reconocido el derecho a la educación y a la salud de los menores.
La diabetes es una enfermedad crónica, que necesita mucho control y tomar decisiones a lo largo del día para su manejo, que un niño de corta edad no está preparado para tomar. Un mal control continuado de la enfermedad en la infancia puede derivar, a la larga, en otras patologías como insuficiencia renal, ceguera, cardiopatías.
Soy Ana (@la_trabadelo) y tengo 38 años, debuté con 11 en diabetes tipo 1. Por aquel entonces, en 1992, ya había mitos sobre esta enfermedad que a día de hoy perduran. La gente piensa que la diabetes t1 tiene que ver con la alimentación cuando también debemos gestionar el deporte o las hormonas. Lo cierto es que podemos comer de todo si se tiene un control. Yo, como adulta, lo puedo hacer, pero un niño no.
Si en un colegio un profesor no entiende lo que es la diabetes difícilmente podrá ayudar a un niño en una situación complicada. Lo veíamos en 1992, en mi aula, y lo seguimos viendo hoy en día.
Yo tenía que ir a esconderme a un cuartucho que me pusieron, aislado del resto de mis compañeros como si medirme la glucemia y pincharme la insulina fuese algo malo que había que ocultar. Por esos comportamientos de los adultos yo, como niña, generé determinados trastornos, como por ejemplo, que hasta los 30 años no me he atrevido a comer delante de la gente. Porque en el colegio, entre otras cosas, además de enviarme a ese cuartucho, se me ponía comida diferente, envuelta diferente y preparada de forma diferente, cosa que hacía que todos los niños me preguntaran y me señalaran de manera discriminatoria. Me generó tal agobio que desarrollé una fobia social a comer delante de la gente porque sentía ese juicio constante. Sé que se hizo sin mala intención, pero sufrí discriminación por parte de los adultos, y eso propició la discriminación por parte de los niños.
Los docentes no tienen la formación necesaria ni la obligación de responsabilizarse en ausencia de los padres del control de la enfermedad de nuestros hijos. No saben afrontar algunas situaciones que les provocan estrés.
En algunos casos, los profesores les han llegado a decir a las madres que no se hacen cargo de ponerles a los niñ@s la inyección de rescate cuando les da una hipoglucemia tan grave en la que pierden el conocimiento. Si un profesor no se hace cargo de poner esta inyección, lo que es entendible porque no entra dentro de sus competencias, tiene que haber un enfermero. Lo que no puede ser es que el profesor no se haga cargo, no haya enfermero, y el niño esté solo. ¿Qué opciones les han dado a los padres? Que vayan en la hora del comedor o el recreo a pinchar a sus hijos. Esto no es normal y no todos los padres pueden hacerlo.
En la mayoría de los casos las familias con niños con diabetes uno de los dos progenitores debe de dejar su empleo para encargarse del cuidado del menor acudiendo al centro escolar para la administración de las dosis de insulina en las comidas.
Canarias está a la cabeza de la diabetes infantil. En el año 2019 el Servicio Canario de Salud tenía diagnosticados más de 14.000 pacientes de diabetes TIPO 1, de los cuales aproximadamente el 40% son menores de edad; habiendo más de 100 debuts anuales en niños de corta edad y adolescentes. Los niños con problemas crónicos van menos a clase y esto es una desventaja con respecto a los otros niños, que pueden tener una formación más completa.
Pedimos enfermer@s ya no sólo para los niños con diabetes, si no también para el control, de alergias alimentarias, epilepsia, asma, y un largo etcétera.
Ante una incidencia la actuación rápida y eficaz de un sanitario podría salvar vidas.
Por eso nos dirigimos a los políticos del Parlamento de Canarias, ¡apoya y comparte!