Hola, somos las personas participantes en Andaina Pro Saude Mental, una entidad de atención integral continuada a personas con trastorno mental persistente residentes en las zonas rurales cercanas a Santiago de Compostela (Galicia). Pedimos a las instituciones responsabilidad y conciencia para las personas que vivimos en las zonas rurales y no tenemos facilidades para acceder a servicios médicos, ni tampoco suficientes ayudas para poder acudir a terapias para atender a nuestra salud mental. 

Andaina Pro Saude Mental ofrece sus servicios en sus Centros de Rehabilitación Psicosocial y Laboral (CRPL), donde las personas participantes recibimos una atención integral a través de: Atención psicológica y social, orientación formativo-laboral, oferta de talleres ocupacionales diarios, etc. Somos un total de 34 personas participantes con plaza en CRPL más 8 en lista de espera, y somos varias las que nos encontramos con dificultades para desplazarnos y mantener la asistencia regular a la entidad. 

Uno de nuestros compañeros vive a más de 25 kilómetros del centro de rehabilitación, no cuenta con permiso B y tampoco existe una oferta de transporte público que haga posible su asistencia, por otra banda no sería posible el uso de esta última opción debido a los niveles de ansiedad a los que se expondría por las dificultades en la interacción social que presenta. 

Cuenta con una ayuda municipal que supone una cuantía mínima de apoyo para el coste total de taxi, concretamente cubriría un 5% del gasto total anual de taxi que debería realizar la persona para acudir al Centro de Rehabilitación. 

Desde la entidad no es asumible la oferta del servicio de transporte ya que su domicilio se encuentra en la dirección contraria a la ruta que se viene llevando a cabo y en la que se invierten diariamente más de 3 horas de trabajo de lxs profesionales sociosanitarixs del dispositivo de atención. Como el caso de esta persona hay muchos semejantes en los que se puede observar que no se está teniendo en cuenta la realidad en la que nos encontramos la población rural gallega en cuanto al acceso a los servicios del entorno.

Ante esta situación pedimos al Parlamento de Galicia: 

• Conciencia. Las personas de las zonas rurales necesitamos que se tenga en cuenta nuestra situación y que se faciliten ayudas económicas en las que se contemple directamente el supuesto de imposibilidad de acceso a recursos por dispersión poblacional, para poder costearnos el transporte y acudir a nuestras citas sanitarias. Las entidades necesitamos apoyo económico a través de ayudas públicas para el mantenimiento del vehículo de transporte y gastos de personal.
• Empatía. El transporte muchas veces, por nuestra condición sanitaria, necesita ser específico. Pedimos que se tenga en cuenta por igual la salud mental como la física a la hora de determinar las ayudas y diseñar los recursos, así como en la valoración del supuesto de “movilidad reducida” y necesidades de apoyo en el transporte.
• Avance de la frecuencia e itinerarios del transporte público en las zonas rurales. Debe estructurarse y ofrecerse atendiendo a las necesidades de la población y no a la mera rentabilidad del mismo.