La juventud es sinónimo de cambio. Los jóvenes identificamos lo que está mal en el país y tenemos la voluntad de comprometernos para tomar acción y lograr ese cambio deseado. Por eso, en 2016, junto a otros jóvenes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, decidí dar este paso. Paz & Diálogo es una iniciativa conformada por jóvenes que creemos firmemente en la construcción de paz en Colombia. Nuestro movimiento toma lugar en su mayoría en redes sociales como Instagram (@pazdialogo), y como Facebook, Twitter y TikTok. Allí creamos un espacio de diálogo de diferentes temáticas relacionadas con la paz en Colombia como: reclutamiento infantil, desaparición forzada, medio ambiente, reforma rural, emprendimientos sociales, derechos humanos, desplazamiento forzado y muchos otros. 

Nuestro objetivo principal es hacer pedagogía por la paz. De hecho, por medio de estas plataformas hablamos de diversos temas de una manera sencilla en la que los ciudadanos del común puedan comprenderlos a pesar de su complejidad, siempre priorizando la verdad y la rigurosa revisión de información. Así, nuestra intención es que los ciudadanos del país se preocupen por la paz y, al igual que nosotros, se involucren en la lucha continua por ella. Siguiendo esta lógica, creemos que uno de los temas más urgentes para la paz corresponde a la necesidad de acabar con el reclutamiento infantil.

Este crimen se concentra en zonas apartadas de los centros urbanos, pues son estas, en las que el Estado está más ausente, las más vulnerables. Así lo demuestra el informe de la Defensoría del Pueblo de abril de 2021, que afirma que los departamentos en los que existe una amenaza constante de reclutamiento por parte de grupos armados ilegales son Antioquia, Cauca, Chocó, Nariño y Norte de Santander. 

En muchas de estas zonas apartadas escasean las oportunidades para los niños y niñas. Por esto, estas poblaciones infantiles, vulnerables e inocentes, se vuelven un objetivo clave para los grupos al margen de la ley. Estos, con falsas ilusiones de un mejor bienestar económico para las familias de los niños, los atraen a una guerra que no es de ellos. En otros casos lo hacen por falta de acceso a sistemas educativos óptimos. Según Coalico (Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia), por ejemplo, la falta de clases por la pandemia aumentó el reclutamiento forzado en la primera mitad del año pasado.

El reclutamiento infantil es un círculo vicioso en el que la víctima que fue reclutada se convierte en victimario y recluta nuevas víctimas. Si el Estado no para esta práctica y nosotros como ciudadanos no ejercemos presión, el conflicto armado va a continuar y nuevos grupos armados se van a formar. Pero el Estado no solamente se debería concentrar en combatir el reclutamiento infantil, también debería prevenirlo. ¿Cómo? En primer lugar, debería proveer una educación óptima y un bienestar a las familias de niños en zonas rurales. Además, si estos niños y sus familias han sido víctimas del conflicto armado, se les debe garantizar una reparación integral. 

El reclutamiento infantil acaba con los sueños de los niños colombianos. Ayúdame a visibilizar este grave problema y apoya el futuro de los infantes con tu firma. Si llegamos a 350 firmas, se presentará una petición a los miembros del Congreso para que nos den una respuesta. Difunde y comparte esta campaña con tus contactos para que nuestra lucha por la paz sea cada vez más fuerte. ¡Muchas gracias!

Aldeas Infantiles SOS patrocina esta petición. En nuestra organización buscamos fortalecer las capacidades de las familias para la protección, cuidado y crianza de las niñas y los niños y apoyar a los jóvenes que han perdido el cuidado de sus familias y ahora están en proceso de independización para que logren sus metas.