Me llamo Ariadna, soy de Reus (Tarragona) y tengo dos hijos: Idaira, de casi cuatro años, y Ramon, de uno. Cuando tenía 17 años tomaba píldoras anticonceptivas de forma regular y controlada, siguiendo todas las pautas que sabía que había que seguir.

Lo que no sabía es que algunos antibióticos pueden reducir la efectividad de las pastillas, y tampoco me preguntaron ni me dijeron nada cuando me los recetaron. Fue por eso que me quedé embarazada con 17 años recién cumplidos.

Los médicos me dijeron que tenía la opción de abortar, pero después de meditarlo, decidí seguir adelante con el embarazo y fui madre a los 17. Primero mis familiares tuvieron dudas y no les convenció mi decisión, pero con el tiempo, al ver que tanto yo como mi pareja fuimos responsables y pudimos sacarlo todo adelante, cambiaron de opinión.

Al cabo de pocos años, decidimos tener un segundo hijo, Ramon. Aunque seguimos siendo padres jóvenes, en este caso ya teníamos nuestra casa y nuestro trabajo, teníamos estabilidad y ya estábamos independizados. Actualmente comparto mi experiencia y mi día a día en Instagram, para poder ayudar a otras madres, tanto adolescentes como adultas.

Por supuesto, estoy muy contenta de la decisión que tomé de tener a Idaira, pero sigo pensando que hay que informar más sobre el uso de los métodos anticonceptivos y sus contraindicaciones, especialmente a las mujeres jóvenes o adolescentes.

Ante esto, quiero dirigirme a los miembros del Parlament de Catalunya, ya que soy de Catalunya y son mis representantes en dicha cámara, para que desde la consulta médica se dé toda la información necesaria sobre los anticonceptivos.

Entiendo que, cuando me recetaron los antibióticos, no me dijeran nada si no sabían que tomaba anticonceptivas, pero yo tampoco tenía por qué saberlo y no se me ocurrió preguntarlo. Por eso es importante que los profesionales se aseguren de dar toda la información necesaria y, si hace falta, preguntar a la paciente.