En España el cultivo de cannabis es un delito de tráfico de drogas; no el cultivo personal, que no está considerado delito y de hecho se sanciona cuando está a la vista, incluso en tu domicilio, pero no se lleva por lo penal salvo indicios de tráfico. En síntesis, el consumo y la tenencia no son delito, sino una falta en la vía pública, de la misma forma que el autocultivo “a la vista”, como lo define la ley que tipifica las sanciones.  

El cannabis es una sustancia que no causa grave daño a la salud, por lo cual la pena de prisión, en caso de condena, oscila entre uno y tres años y multa del tanto al duplo del valor de la droga incautada, incrementándose dichas penas de prisión, en los casos en que exista notoria importancia, de tres a cuatro años y medio y multa del tanto al cuádruplo. 

Las asociaciones se basan en una extensión del derecho de autocultivo personal a la posibilidad de hacerlo colectiva y organizadamente en asociaciones civiles. Pero al no estar esto expresamente regulado, la justicia ve tráfico a menudo, con una aplicación cada vez más retrógrada posibilitada por la jurisprudencia. 

El agravio para el activismo es que no solo se le viene aplicando el tráfico o delito contra la salud pública a las asociaciones civiles de personas usuarias, sino que se crean delitos específicos como el de asociación ilícita y organización criminal. 

La realidad es que las personas que van presas por cultivar no son delincuentes. En su mayoría son responsables de asociaciones civiles y bancos de semillas con arraigo nacional, no habiendo apenas casos conocidos de cultivo personal penado. 

Es necesario resarcir a las víctimas de esta persecución anticuada, injusta y retrógrada; y exigirle al Estado una regulación a la altura de las circunstancias. Es justo habilitar el tejido social asociativo que ha creado un modelo de referencia de regulación para el mundo alternativo a los modelos comerciales. 

Hasta que se dé este paso, no se puede hablar realmente de progreso ni de justicia, ya que ninguna regulación puede tener lugar con cultivadoras y cultivadores en la cárcel. Es por eso que les pedimos su apoyo. Si conseguimos 500 firmas, nuestros representantes nos brindarán una respuesta en esta misma web. ¿Nos ayudas firmando y compartiendo esta petición en todas sus redes sociales?