Mi padre. Sé que suena a tópico pero gran parte de los que soy se lo debo a mi familia, a mis padres. Ellos me inculcaron valores de honradez, esfuerzo, solidaridad, respeto y austeridad, bien entendida. Soy de una familia de pueblo pequeño, de economía local, y desde joven trabajé en el campo y otros oficios para pagrme mi carrera de ingeniero. Eso te forja carácter. Uno nunca debe perder de vista sus raices, y me siento muy orgulloso de las mías.

Y en la actualidad mi mujer, Maria Asun. Es mi principal soporte, y nunca le agradeceré lo suficiente como ha cohesionado la familia y ha educado a mis hijos. Tengo que reconocer que hablo mucho con mis hijos, pero es ella la que ha dedicado mucho más tiempo. Su apoyo ha sido fundamental.

Pero en los últimos tiempos tengo que reconocer que mis hijos me están sorprendiendo muy gratamente y me hacen sentir muy orgullosos. Los mayores están muy involucrados en colectivos de ayuda y me cuentan la realidad de la calle que a veces podemos perder de vista. En definitiva mi familia, me llenan mucho