La Asociación Bioemprender nació en plena pandemia de COVID-19, para darle fuerza a la idea que Lilian Benavides desarrollaba de manera individual hace unos años: la producción de artesanías y láminas de cartón y papel a partir de los desechos del cultivo de plátano, uno de los más característicos del municipio de Los Andes y del departamento de Nariño. 

Nuestro emprendimiento trabaja por el desarrollo del campo, desde un enfoque sostenible y sustentable y teniendo como bastión los derechos de las mujeres.

Aunque recibimos apoyo de una convocatoria local y de una fundación en Bogotá, consideramos que el Congreso de la República debe proponer y discutir proyectos que tengan como fin el acompañamiento y seguimiento completo a las iniciativas de los jóvenes de las zonas rurales, debido a que actualmente hay un respaldo limitado, y los concursos no cuentan con retroalimentación y compromiso. Por esto, muchos proyectos están en riesgo de estancarse o terminarse. 

Continúa leyendo nuestra historia, apoya la petición y compártela en tus redes sociales. Requerimos 350 firmas para que el Congreso de la República le ponga la lupa a peticiones como la nuestra. ¡Contamos contigo!

La Asociación Bioemprender está conformada por 11 jóvenes entre ingenieros, administradores, psicólogas y una veterinaria. Aunque muchos vivíamos fuera de nuestro municipio, la pandemia nos obligó a regresar para buscar nuevos empleos y, con sorpresa, encontramos un enorme potencial en los desechos que generan los cultivos de plátano. Sí, estos permiten extraer fibras y fabricar hermosas carteras.

Nuestro esfuerzo mancomunado, así como la capacitación constante, nos permitieron ganar una convocatoria local y obtener respaldo de una fundación en Bogotá. 

De esta manera, constituimos dos líneas de trabajo: por un lado, el proyecto Andes, que produce bolsos a partir de la fibra que generan los desechos de cultivos de plátano. Para lograrlo, contamos con las manos de 15 mujeres campesinas, a quienes capacitamos en áreas contables, administrativas e incluso motivacionales. 

De otra parte, está la producción de láminas de cartón y papel a partir de estos mismos desechos, pero para crear empaques ecológicos. Y vamos más allá, porque también recogemos los subdesechos y los transformamos en abono para los cultivos. 

Hemos participado en varias ferias locales y departamentales, y nos estamos contactando con otras asociaciones para comercializar los productos. Nuestro objetivo es seguir creciendo, ensayar con otros cultivos como el del cacao y tecnificar algunos de nuestros procesos.

La tierra, riqueza por compartir

Aunque en la actualidad los jóvenes prefieren irse a la ciudad, para encontrar nuevos rumbos y oportunidades de crecimiento laboral, los integrantes de la Asociación Bioemprender Los Andes decidimos quedarnos y explorar nuestros territorios para fortalecer la semilla rural de la creación de empresa. 

En nuestras manos tenemos una infinita riqueza por compartir; nuestro mensaje a los jóvenes es claro: experimenten, hagan salidas de campo, tengan contacto con la naturaleza y aprovechen lo que la tierra nos ofrece. 

Si bien hemos recibido acompañamiento para expandir nuestro emprendimiento, y contamos con el compromiso, las ganas y la responsabilidad, creemos que es fundamental contar con un empujón más, con seguimiento y fortalecimiento para evitar que un día nos estanquemos. 

Además de convocatorias cortas, los jóvenes emprendedores necesitamos un respaldo integral y continuo, que incluya capacitación y retroalimentación, tanto al comenzar la iniciativa, como en la marcha. Por eso, la Asociación Bioemprender Los Andes le pregunta al Congreso de la República: ¿Qué proyectos de ley se formularán para brindar acompañamiento y seguimiento completo a las iniciativas del campo, con el fin de que no se estanquen en el camino?

Si quieres apoyar nuestra petición, firma en el recuadro que aparece a la derecha de este texto. Si 350 personas se unen a nuestra pregunta, obtendremos respuesta por parte de los parlamentarios.