Somos la  Asociación Feminista Mujeres en la Ola. Desde nuestra experiencia profesional y el trabajo de nuestra asociación llevamos años viviendo el gran camino que nos queda por recorrer para tener una educación que trabaje para acabar con la desigualdad de género.

Hemos normalizado la desigualdad entre hombres y mujeres y debemos cambiar la forma en la que educamos para que las siguientes generaciones no la sigan perpetuando.

A pesar de que las cosas puedan haber mejorado en los últimos años la realidad es que nuestra sociedad sigue siendo tremendamente machista y hay datos que lo corroboran y no dejan de empeorar.

Por ejemplo que en nuestro país 1 de cada 2 mujeres de más de 16 años ha sufrido violencia sexual, física, psicológica o económica, que un 99,6 % de las agresiones sexuales sean perpetradas por hombres.  La igualdad real no sálo no ha sido adquirida aún, sino que  algunas de las consecuencias como la violencia de género se está incrementando en la adolescencia.

Todas estas desigualdades empiezan en los primeros años de educación, provocado por la educación diferencial que se otorga en función del género, desde los contenidos impartidos a las opciones de ocio predeterminadas que se les ofrecen.

A pesar de que hay leyes que establecen la obligatoriedad de la coeducación no hay ningún tipo de revisión para que esto se cumpla y una falta de formación enorme en toda la comunidad educativa que las deja en papel mojado.

Por eso queremos dirigir esta campaña a los políticos y políticas del Parlamento de Canarias para preguntarles cuándo se tomarán acciones concretas y efectivas que garanticen que se cumple la ley y la coeducación se convierta en una realidad para dar un paso hacia el fin de la desigualdad de género y que las próximas generaciones sean capaces de construir una sociedad más justa.

De la misma manera en los centros educativos las niñas y los niños se forman con los contenidos que se les expone, y sigue siendo un contenido androcéntrico donde todo está basado en el hombre como punto de referencia. ¿Por qué olno estudiamos la historia de las mujeres y como fuimos adquiriendo los derechos que hoy tenemos? ¿Por qué no conocemos a las pintoras, escritoras, científicas y filósofas? ¿Cómo podemos pensar que educamos en igualdad borrando la mitad de la historia de la humanidad?.

La formación del profesorado y el personal docente es esencial para que la coeducación sea una realidad. En algunos centros en los que he impartido talleres sobre la educación en igualdad de género, por iniciativa propia de algunos profesores, me he encontrado con que ni siquiera la persona responsable del área de igualdad del centro contaba con la formación necesaria en coeducación.

Hace falta voluntad política para poder llevar a cabo las leyes.

Es necesario un cambio real y tangible en la educación, centrado en enseñar la importancia de la corresponsabilidad en el hogar, la inteligencia emocional, que evita contenidos o juguetes sexistas y que corrija las actitudes nocivas que perpetúan la desigualdad.