La Associació Somriu somos una entidad sin ánimo de lucro, que se forma en Ibi, un pueblo de Alicante, en el año 2017 por un grupo de jóvenes comprometidas con la igualdad y la inclusión social de todas las personas. Surge de las demandas de las personas con discapacidad y las familias de la provincia de Alicante, así como de la necesidad de que existan servicios para fomentar su autonomía personal y espacios donde desarrollar sus habilidades sociales para facilitar su convivencia con el resto de la comunidad. 

En un primer momento, cuando se creó Somriu fue por la necesidad de que las personas con discapacidad tuvieran ocio, pero luego nos fueron llegando más necesidades ya que había personas que se quedaban sin plaza en un centro de día o en los centros ocupacionales. Nuestro proyecto siempre ha sido flexible porque entendemos que las personas tenemos necesidades cambiantes a lo largo de nuestra vida, y eso es lo que sucedió. Fuimos valorando todas las necesidades de las personas con discapacidad e intentamos cubrirlas en la medida de lo posible contando con nuestros recursos, que muchas veces son limitados. 

La realidad es que hay personas que no pueden acceder a ciertos servicios por falta de recursos públicos. Son insuficientes, tanto a nivel económico como asistencial. Por este motivo, tuvimos que ampliar nuestros servicios y empezamos a trabajar la autonomía personal tanto en el domicilio, mediante acompañamientos individuales, como en nuestra sede con actividades como: ir a comprar, poner la lavadora, ir al gimnasio etcétera. Las actividades de ocio se realizan por las tardes, los fines de semana y en festivos. Por las tardes se realizan talleres de ocio extraescolares como música, deporte, danza, etc., y los fines de semana se realizan actividades de ocio variadas y convivencias. Además, también se realizan talleres de sensibilización, en colegios e institutos. Es importante, remarcar el papel del voluntariado porque sin las personas voluntarias no podríamos abarcar tantos servicios, una vez más por la falta de ayudas públicas y recursos económicos. 

Uno de nuestros valores esenciales es la inclusión y, por eso hacemos muchas actividades en lugares públicos porque cuanto más participemos en la comunidad más se normaliza que las personas con discapacidad forman parte de ella. Es necesario realizar este tipo de actividades para romper con los estigmas presentes en la sociedad, porque, aunque cada día haya menos, sigue habiendo mucho paternalismo, sobreprotección y en gran parte es por desconocimiento. En el ámbito laboral hay mucho más estigma y discriminación porque las empresas no lo ven como una posibilidad, si no que muchas veces lo ven como un gasto o como una inversión de tiempo que no pueden hacer o que no saben cómo hacerlo. Una vez más el principal problema es el desconocimiento. Una de las empresas que colabora con Somriu, es Decathlon, con un programa de inserción laboral que funciona muy bien, pero cuesta encontrar empresas que se comprometan y que quieran llevar a cabo estos programas. Falta concienciación en el ámbito laboral porque algunas veces se tiene la idea de que las personas con discapacidad no pueden trabajar.

Es por ello, que desde Somriu nos gustaría dirigirnos a las Cortes Valencianas para que se hagan más campañas de concienciación porque las personas con discapacidad también pueden y deben participar en la sociedad, por ello, se les debe incluir y dejar de ponerles etiquetas creando, a su vez, ciudades mucho más accesibles. Para conseguir todo esto es necesario que haya más ayudas públicas y más servicios públicos para las personas con discapacidad. Realmente se apoya muy poco a las asociaciones pequeñas y con poco tiempo en activo, nos ponen muchas barreras para poder obtener subvenciones debido a los criterios de valoración que puntúan más a entidades con mayor antigüedad y, por lo tanto, no podemos optar a todas las subvenciones o la ayuda económica que destinan es menor. Desde Somriu hemos tenido la suerte de que las familias nos han apoyado, pero a nivel público la ayuda ha sido menor. Las ayudas son escasas, y además penalizan a las asociaciones que no tenemos mucha antigüedad. Es paradójico, porque si no destinan más ayudas nos cuesta mucho mantener los servicios. Al principio es bastante complicado, hay que buscarse la vida para conseguir financiación. Al igual que se apoya a los emprendedores se debería de apoyar a las en entidades sin ánimo de lucro para que podamos desempeñar nuestro trabajo.