Pregunta para Parlamento de Catalunya
El cáncer es una realidad, tanto la detección temprana como los tratamientos efectivos son una necesidad urgente. ¿Cuándo se van a tomar medidas para invertir más recursos en la investigación y en la formación de los investigadores y médicos?
Mi nombre es Berta, tengo 40 años y una hija de 8 años. Mi historia con el cáncer empezó por una peca “mala” que me la sacaron y me dijeron que era un melanoma. Esto fue en 2017. A partir de ahí empezó todo un proceso.
Me hicieron una operación en la que me sacaron el ganglio centinela y salió negativo, es decir que se había curado que si en centinela no tenía cáncer ninguno de los demás iba a tener. Tras esto, empecé a notar un bulto en la axila (no en el pecho) volví a ir al dermatólogo y me hice una biopsia. Ahí se vio que si tenía cáncer.
Me mandaron al hospital para hacerme un TAC y luego me operaron. Me sacaron 20 ganglios de los cuales solo estaban “malos” dos. Comencé inmunoterapia y en teoría debía de estar curada. A las 2 semanas, cuando tuve cita con mi oncóloga, le dije que tenía otro bulto en la axila que me dolía. Su respuesta fue que no me preocupase, que eso era líquido.
Además, me propuso entrar en una investigación, en la que te hacían muchas pruebas y un tratamiento parecido a la inmunoterapia. Acepté la propuesta y durante esa investigación me hicieron una ecografía y ahí me dijeron que ese bulto era un ganglio. Tras esta información mi oncóloga me llamó y me dijo que no creía que eso fuera un ganglio, pero que aún así me iban a operar para sacarlo.
Tras esta segunda operación se me abren los puntos de la axila y tengo que volver al hospital para que me pongan unos drenajes. Además, me dan una máquina vaciadora, durante todo agosto, para que cicatrice la herida más rápido. Pero durante todo este mes nadie me llama para darme el resultado de ese ganglio.
Llega septiembre y a principio de mes me hacen un TAC. Me llaman desde el hospital para decirme que me mandan una ambulancia a mi casa en 10 minutos, que cuando llegue al hospital me lo contaran mejor. Resulta que lo que tengo es una metástasis de ese ganglio que estuvieron un mes pasando de lo que era… Había tardado tanto en darme un resultado del ganglio, en hacerme caso cuando dije que me dolía… que se me había extendido a la espalda. Estaba haciendo presión en las vértebras y en la médula. No pude moverme una semana del hospital hasta que me hicieron un corsé y hasta que me operó un doctor especialista en eso.
Fue una operación muy complicada, que por suerte ha salido bien. Ahora me toca empezar la radioterapia y mientras estoy tomando unas pastillas que ayudan a que desaparezca el melanoma. Aunque también estoy pendiente de que me revisen la axila para ver que está limpia.
Todo esto por un diagnóstico que no se hizo a tiempo. Yo ahora estoy en una situación en la que no sé qué es lo que tengo y no entiendo nada de lo que ha pasado. Lo único que sé es que yo no me puedo morir porque tengo una hija de 8 años y yo tengo que vivir.
Por eso desde aquí me dirijo al Parlamento de Cataluña, porque si yo hubiese tenido un diagnóstico temprano, me habría aliviado el dolor y el sufrimiento físico y emocional durante todo este tiempo, que está siendo un calvario.