Creo que la esencia de la democracia es respetar lo que han elegido la mayoría de los ciudadanos y la elección directa de alcaldes es la forma más clara de ver la aplicación del sistema democrático. Creo por tanto que es justo que sea alcalde de un municipio aquel que haya recibido el apoyo mayoritario de sus vecinos.

Evidentemente, no es la única forma de mejorar nuestra calidad democrática aumentando la vinculación entre ciudadanos y representantes.

De hecho, en el PP de Madrid hemos propuesto reformar la ley electoral de la Comunidad de Madrid, buscando como objetivo perfeccionar el sistema democrático de nuestra región y acercar los diputados de la Asamblea regional a los ciudadanos. Pero no es tan fácil porque esta propuesta la tiene bloqueada el resto de grupos políticos por interés electorales.