Pregunta para Cortes Valencianas
Tengo 27 años y cáncer de mama. La investigación es crucial. Además, acciones como la exploración mamaria durante las revisiones ginecológicas rutinarias, por ejemplo, fomentarían el diagnóstico temprano. ¿Por qué no se trabaja en pro de lo mencionado?
Me llamo Carla y vivo en Castellón, aunque soy de Valencia. El año pasado me percaté de que tenía un bulto en el pecho izquierdo. De entrada, no le di importancia, ya que soy propensa a desarrollar bultitos de grasa. Cuando acudí a mi revisión ginecológica rutinaria, le comenté el aspecto del bulto a mi ginecólogo y él consideró, también, que teniendo en cuenta mis antecedentes no tenía que preocuparme, pero que si quería me pedía una mamografía, aunque seguramente llevaría cinco o seis meses que me llamaran para hacerla. Decidí dejarlo estar.
En abril de este mismo año, decidí quitarme un implante anticonceptivo, así que acudí, de nuevo, al ginecólogo. Le comenté el tema del bulto y decidió explorarme. Enseguida pidió que me realizaran una biopsia y después de una semana de hacerme la prueba en cuestión, me informaron de que padezco un cáncer de mama hormonal. Entonces empezó el período de pruebas para determinar el tratamiento a seguir. Me sometí a 16 sesiones de quimioterapia y, en estos momentos, estoy esperando que me realicen, de nuevo, pruebas, para ver la efectividad del tratamiento. Si todo va bien, en noviembre me intervendrán quirúrgicamente. Para definir si durante la operación me intervendrán solo un pecho o los dos, valorarán los resultados del test genético al que me sometí hace un tiempo. Luego, tendré que hacer radioterapia y finalmente necesitaré estar cinco años tomando tratamiento hormonal a modo preventivo.
El proceso de enfermedad por el que transito me ha hecho percatar de que, en general, asociamos el cáncer con mujeres mayores o, como mínimo, más mayores que yo. Es cierto que hay más mujeres mayores que chicas jóvenes con cáncer, pero cada vez hay más personas de mi edad sufriéndolo; sobre todo la tipología de cáncer hormonal. Sin embargo, los protocolos de seguimiento para la prevención del cáncer de mama empiezan a los 40 años. Cuando me diagnosticaron el cáncer, el tumor que tenía en mi pecho izquierdo medía 6 cm. Seguramente, si se hubiera detectado con anterioridad, me habría ahorrado parte de los tratamientos teniendo en cuenta la agresividad de los mismos. La detección temprana debería de ser prioritaria, ya que determina el pronóstico de las enfermedades en el buen o en el mal sentido.
Además de la apuesta firme para la investigación del cáncer, acciones como la inclusión de una exploración mamaria a las revisiones ginecológicas rutinarias que se hacen mediante la Seguridad Social a todas las mujeres desde que tienen edad para revisarse en esta especialidad, sería una de las acciones que se podría incluir en los protocolos y que fomentaría la ya mencionada detección temprana. Es por lo presentado que me dirijo a los políticos de las Cortes Valencianas, ya que son quienes me representan: ¿Por qué no se trabaja en pro de lo mencionado?