Preguntado al Gobierno.
Justificante de las preguntas firmadas
N° Registro Telemático: | 129385 |
Firma: | MULET GARCÍA, CARLES (18997925V) |
Id. de transacción de firma: | TRANSAC_001674b3b6604c01b233a99c16ecc001 |
* Pregunta nº215274
NºRegistro: 109076 Expediente: 684/043600/0001
D. CARLES MULET GARCÍA, Senador designado por las Corts Valencianes, del GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA CONFEDERAL (ADELANTE ANDALUCÍA, MÉS PER MALLORCA, MÁS MADRID, COMPROMÍS, GEROA BAI Y AGRUPACIÓN SOCIALISTA GOMERA), al amparo de lo previsto en los artículos 160 y 169 del Reglamento de la Cámara, presenta la siguiente pregunta con respuesta escrita:
Nos llega esta queja:
Desde Xprimaria, colectivo en defensa de la escuela pública, queremos denunciar el intrusismo laboral legislado que estamos viviendo desde el año 2011 en nuestro sector. En los últimos 4 años, son ya 2492 maestros de la especialidad de primaria que se han perdido solamente en Andalucía.
El problema fundamental es la pérdida de uno de los principios pedagógicos que sostenía la escuela, uno de los ejes vertebradores de la misma, la presencia mayoritaria en tiempo y dedicación de los maestros de la especialidad de primaria, lo que antes se conocía como maestros ¿generalistas¿, ejerciendo la función de la tutoría. Como bien se sabe, la mayoría por experiencia propia, en el colegio de antaño se pasaba casi todo el tiempo con el tutor, excepto cuando tenías Música, Inglés, Educación Física o Religión. Esto permitía al tutor pasar el máximo tiempo posible con su alumnado, ya que, generalmente, era lo que cubría casi todo su horario, permitiéndole así focalizar toda su atención y recursos a esta tarea. De esta forma, el alumnado tenía una figura de apego segura, muy parecida a su núcleo familiar, siendo el tutor su persona de referencia, la que más conocía sus potencialidades y la que antes percibía o detectaba cualquier tipo de necesidad del alumno o alumna. Por otro lado, los especialistas ya mencionados, como por ejemplo el de Inglés, podía dedicarse por completo a su asignatura impartiéndola en los cursos que le hubiesen sido asignados.
Actualmente, las Administraciones Educativas buscan abaratar los costes de contratación y precarizar la Educación Pública. Para ello, contratan a especialistas para que realicen una doble o triple función. De este modo, pagan el sueldo de una persona, a la que sobrecargan de trabajo, para que realice la función propia de dos o tres docentes. Contratamos a un especialista de Educación Física, que dé su asignatura a varios grupos, sea tutor y, si además posee el certificado de inglés, pueda impartir esta materia y las asignaturas bilingües. Esto supone una precarización completa del sistema escolar, debido a que, obviamente, este especialista no tiene suficiente tiempo para dedicar a la tutoría y al resto de labores que le están siendo encomendadas que, por otra parte, son igual de importantes. Este hecho supone una clara desvirtualización del sistema escolar, porque conlleva que entren y salgan más docentes de cada clase y la pérdida de la figura del tutor tal y como la conocemos, cuya única preocupación es su tutoría.
Cabe mencionar que todos los docentes cuando opositamos elegimos a qué especialidad nos queremos dedicar, formándonos de cara a la oposición con temarios específicos de cada rama. Por tanto, el maestro generalista, ahora especialista de primaria, tiene una formación concreta enfocada a la acción tutorial, de la misma manera que el resto de los compañeros la tiene en los diferentes ámbitos de estudio que se nos oferta por oposición. La Administración nos ofrece plazas de Primaria, focalizadas al desarrollo de la tutoría, que después asigna al resto de especialistas, los cuales no han opositado para ello, con el único fin de abaratar costes.
Este intrusismo laboral legislado comenzó con el Real Decreto 1594/2011 en su artículo 3.3 donde menciona que, de manera excepcional, los especialistas podrán ejercer la función de tutoría. Esa excepcionalidad se ha convertido en norma.
El papel del tutor no es meramente impartir las asignaturas para las que se forma, sino que conlleva un trabajo duro de nexo continuo entre su grupo clase, las familias y el propio centro escolar. Al ser la figura de apego segura del alumnado, cuya dedicación a los mismos es completa, crea de manera indiscutible un vínculo de seguridad y cercanía necesarios para el desarrollo personal y psicológico del alumnado, siendo pensada, de esta forma, en la creación del sistema escolar tal y como lo conocíamos.
Especialidades y tutoría son un binomio indispensable que no debe ser desvirtuado por el abaratamiento del sistema, ya que cada una merece una atención total y personalizada del docente que las desarrolla.
POr ello se pregunta al Gobierno, qué medidas va a adoptar para que se modifique o derogue el articulo 3.3 del Real Decreto 1594/2011,
Aceptar
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N° Registro Telemático: | 129385 |
Firma: | MULET GARCÍA, CARLES (18997925V) |
Id. de transacción de firma: | TRANSAC_001674b3b6604c01b233a99c16ecc001 |
* Pregunta nº215274
NºRegistro: 109076 Expediente: 684/043600/0001
D. CARLES MULET GARCÍA, Senador designado por las Corts Valencianes, del GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA CONFEDERAL (ADELANTE ANDALUCÍA, MÉS PER MALLORCA, MÁS MADRID, COMPROMÍS, GEROA BAI Y AGRUPACIÓN SOCIALISTA GOMERA), al amparo de lo previsto en los artículos 160 y 169 del Reglamento de la Cámara, presenta la siguiente pregunta con respuesta escrita:
Nos llega esta queja:
Desde Xprimaria, colectivo en defensa de la escuela pública, queremos denunciar el intrusismo laboral legislado que estamos viviendo desde el año 2011 en nuestro sector. En los últimos 4 años, son ya 2492 maestros de la especialidad de primaria que se han perdido solamente en Andalucía.
El problema fundamental es la pérdida de uno de los principios pedagógicos que sostenía la escuela, uno de los ejes vertebradores de la misma, la presencia mayoritaria en tiempo y dedicación de los maestros de la especialidad de primaria, lo que antes se conocía como maestros ¿generalistas¿, ejerciendo la función de la tutoría. Como bien se sabe, la mayoría por experiencia propia, en el colegio de antaño se pasaba casi todo el tiempo con el tutor, excepto cuando tenías Música, Inglés, Educación Física o Religión. Esto permitía al tutor pasar el máximo tiempo posible con su alumnado, ya que, generalmente, era lo que cubría casi todo su horario, permitiéndole así focalizar toda su atención y recursos a esta tarea. De esta forma, el alumnado tenía una figura de apego segura, muy parecida a su núcleo familiar, siendo el tutor su persona de referencia, la que más conocía sus potencialidades y la que antes percibía o detectaba cualquier tipo de necesidad del alumno o alumna. Por otro lado, los especialistas ya mencionados, como por ejemplo el de Inglés, podía dedicarse por completo a su asignatura impartiéndola en los cursos que le hubiesen sido asignados.
Actualmente, las Administraciones Educativas buscan abaratar los costes de contratación y precarizar la Educación Pública. Para ello, contratan a especialistas para que realicen una doble o triple función. De este modo, pagan el sueldo de una persona, a la que sobrecargan de trabajo, para que realice la función propia de dos o tres docentes. Contratamos a un especialista de Educación Física, que dé su asignatura a varios grupos, sea tutor y, si además posee el certificado de inglés, pueda impartir esta materia y las asignaturas bilingües. Esto supone una precarización completa del sistema escolar, debido a que, obviamente, este especialista no tiene suficiente tiempo para dedicar a la tutoría y al resto de labores que le están siendo encomendadas que, por otra parte, son igual de importantes. Este hecho supone una clara desvirtualización del sistema escolar, porque conlleva que entren y salgan más docentes de cada clase y la pérdida de la figura del tutor tal y como la conocemos, cuya única preocupación es su tutoría.
Cabe mencionar que todos los docentes cuando opositamos elegimos a qué especialidad nos queremos dedicar, formándonos de cara a la oposición con temarios específicos de cada rama. Por tanto, el maestro generalista, ahora especialista de primaria, tiene una formación concreta enfocada a la acción tutorial, de la misma manera que el resto de los compañeros la tiene en los diferentes ámbitos de estudio que se nos oferta por oposición. La Administración nos ofrece plazas de Primaria, focalizadas al desarrollo de la tutoría, que después asigna al resto de especialistas, los cuales no han opositado para ello, con el único fin de abaratar costes.
Este intrusismo laboral legislado comenzó con el Real Decreto 1594/2011 en su artículo 3.3 donde menciona que, de manera excepcional, los especialistas podrán ejercer la función de tutoría. Esa excepcionalidad se ha convertido en norma.
El papel del tutor no es meramente impartir las asignaturas para las que se forma, sino que conlleva un trabajo duro de nexo continuo entre su grupo clase, las familias y el propio centro escolar. Al ser la figura de apego segura del alumnado, cuya dedicación a los mismos es completa, crea de manera indiscutible un vínculo de seguridad y cercanía necesarios para el desarrollo personal y psicológico del alumnado, siendo pensada, de esta forma, en la creación del sistema escolar tal y como lo conocíamos.
Especialidades y tutoría son un binomio indispensable que no debe ser desvirtuado por el abaratamiento del sistema, ya que cada una merece una atención total y personalizada del docente que las desarrolla.
P0r ello se pregunta al Gobierno, qué medidas va a adoptar para que se modifique o derogue el articulo 3.3 del Real Decreto 1594/2011,
Partekatu
Desde Xprimaria, colectivo en defensa de la escuela pública, queremos denunciar el intrusismo laboral legislado que estamos viviendo desde el año 2011 en nuestro sector. En los últimos 4 años, son ya 2492 maestros de la especialidad de primaria que se han perdido solamente en Andalucía.
El problema fundamental es la pérdida de uno de los principios pedagógicos que sostenía la escuela, uno de los ejes vertebradores de la misma, la presencia mayoritaria en tiempo y dedicación de los maestros de la especialidad de primaria, lo que antes se conocía como maestros “generalistas”, ejerciendo la función de la tutoría. Como bien se sabe, la mayoría por experiencia propia, en el colegio de antaño se pasaba casi todo el tiempo con el tutor, excepto cuando tenías Música, Inglés, Educación Física o Religión. Esto permitía al tutor pasar el máximo tiempo posible con su alumnado, ya que, generalmente, era lo que cubría casi todo su horario, permitiéndole así focalizar toda su atención y recursos a esta tarea. De esta forma, el alumnado tenía una figura de apego segura, muy parecida a su núcleo familiar, siendo el tutor su persona de referencia, la que más conocía sus potencialidades y la que antes percibía o detectaba cualquier tipo de necesidad del alumno o alumna. Por otro lado, los especialistas ya mencionados, como por ejemplo el de Inglés, podía dedicarse por completo a su asignatura impartiéndola en los cursos que le hubiesen sido asignados.
Actualmente, las Administraciones Educativas buscan abaratar los costes de contratación y precarizar la Educación Pública. Para ello, contratan a especialistas para que realicen una doble o triple función. De este modo, pagan el sueldo de una persona, a la que sobrecargan de trabajo, para que realice la función propia de dos o tres docentes. Contratamos a un especialista de Educación Física, que dé su asignatura a varios grupos, sea tutor y, si además posee el certificado de inglés, pueda impartir esta materia y las asignaturas bilingües. Esto supone una precarización completa del sistema escolar, debido a que, obviamente, este especialista no tiene suficiente tiempo para dedicar a la tutoría y al resto de labores que le están siendo encomendadas que, por otra parte, son igual de importantes. Este hecho supone una clara desvirtualización del sistema escolar, porque conlleva que entren y salgan más docentes de cada clase y la pérdida de la figura del tutor tal y como la conocemos, cuya única preocupación es su tutoría.
Cabe mencionar que todos los docentes cuando opositamos elegimos a qué especialidad nos queremos dedicar, formándonos de cara a la oposición con temarios específicos de cada rama. Por tanto, el maestro generalista, ahora especialista de primaria, tiene una formación concreta enfocada a la acción tutorial, de la misma manera que el resto de los compañeros la tiene en los diferentes ámbitos de estudio que se nos oferta por oposición. La Administración nos ofrece plazas de Primaria, focalizadas al desarrollo de la tutoría, que después asigna al resto de especialistas, los cuales no han opositado para ello, con el único fin de abaratar costes.
Este intrusismo laboral legislado comenzó con el Real Decreto 1594/2011 en su artículo 3.3 donde menciona que, de manera excepcional, los especialistas podrán ejercer la función de tutoría. Esa excepcionalidad se ha convertido en norma.
El papel del tutor no es meramente impartir las asignaturas para las que se forma, sino que conlleva un trabajo duro de nexo continuo entre su grupo clase, las familias y el propio centro escolar. Al ser la figura de apego segura del alumnado, cuya dedicación a los mismos es completa, crea de manera indiscutible un vínculo de seguridad y cercanía necesarios para el desarrollo personal y psicológico del alumnado, siendo pensada, de esta forma, en la creación del sistema escolar tal y como lo conocíamos.
Especialidades y tutoría son un binomio indispensable que no debe ser desvirtuado por el abaratamiento del sistema, ya que cada una merece una atención total y personalizada del docente que las desarrolla.
Por ende, queremos dirigirnos al Congreso de los Diputados. Pedimos que se modifique o derogue el articulo 3.3 del Real Decreto 1594/2011, el cual posibilita a cualquier especialidad a impartir las áreas propias de la Especialidad Primaria, acabando así con uno de los problemas más silenciados y desconocidos del sistema escolar, alejándonos paso a paso del empobrecimiento de la calidad educativa y de la precarización de nuestro ya pertrecha Educación Pública.
Batu zaitez Osoigora