¿Competencia desleal...?
Ez dago galderaren erantzun gehiago
Carlos Martínez Gorriarán

Competencia desleal es impedir a los ciudadanos intercambiar sus propiedades


Vivimos en un país con mucho miedo a la competencia y la innovación, y donde se protege de modo abusivo a determinados sectores privilegiados que tienen mucha influencia política. Por ejemplo, las empresas energéticas o los bancos, y ahpra también la hostelería. Los perjudicados somos los ciudadanos, y en general la economía. En efecto, como donostiarra sé lo caro que son nuestros hoteles y lo que cuesta convencer a los amigos de que vengan a visitarte si no puedes acogerles en casa! En verano es un escándalo cómo suben los precios.

Por otra parte, todas las ciudades pierden millones de visitantes solo porque las Comunidades Autónomas, o sea sus partidos gobernantes, han decidido proteger a sus amigos hoteleros e inmobiliarios prohibiendo a los particulares alquilar sus casas a través de una web o red social, por ejemplo. En Madrid, por ejemplo, exigen que el alquiler mínimo sea de conco días, perdiendo millones de visitantes, familias que irían alli encantadas un puente o fin de semana. Y así en muchos sitios. O sea, pérdidas para todos y ganancias para unos pocos, como nos tienen acostumbrados.

UPyD está en completo desacuerdo. Trabajamos por una regulación nacional y europea que permita alquilar segundas viviendas y otros bienes entre particulares, sin límites ni intervención de terceros, y con garantías jurídicas y adecuado trato fiscal para que todos salgamos ganando: el propietario, el alquilador y Hacienda, que se llevará su parte si se hace bien. Lo demás es poner puertas al campo y frenar la innovación. Agur bero bat.


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Carlos Martínez Gorriarán
 Galdera ¿Competencia desleal...?

"Los hoteleros reciben el compromiso de todas las instituciones contra la competencia desleal" este tipo de palmada en la espalda me enerva. Yo soy de Donosti y este verano ha sido muy conocido el caso del bar Ambrosio (Gorriarán lo conocerá) donde 2 cervezas y 2 botellines de agua cuestan 17 euros. 

Me llama la atención que las instituciones arrimen el hombro cuando los hosteleros lloran, pero no les pegan un palo cuando ponen los precios que les apetece. Lo mismo sucede con los hoteles, dormir en Donosti una semana cuesta un ojo de la cara, y quieren seguir haciéndolo presionando a los ciudadanos.

Ese no es el camino, y menos competencia desleal.

Sortzailea
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2015.09.22

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