Me parece aburdo que las Comunidades Autónomas con más turismo pongan trabas para impedir el alquiler de segundas residencias vacías. Es una intervención contraria al derecho básico a la propiedad, y finalmente un incentivo de la economía sumergida. Todo muy estúpido, y solo se explica por intereses abusivos del lobby hotelero, que teme perder clientes -aunque son mercados diferentes-, y del inmobiliario, que quiere edificar y vender más segundas viviendas aunque haya cientos de miles vacías.

Todos perdemos con esta política descerebrada al servicio de unos pocos, y no del interés general. Los propietarios de apartamentos vacíos pierden recuperar parte de su legítima inversión, los interesados en alquilarlos unos días un mercado interesante y más competitivo, y Hacienda más ingresos fiscales si se regulara con inteligencia. Nosotros, UPyD, ya hemos pedido en el Congreso una regulación nacinal inteligente del alquiler de segundas viviendas, aunque no dará tiempo a verla esta legislatura. Pero vamos a insistir en esa regulación tan positiva en la que todos salimos ganando. Un cordial saludo.