Hola Jose, es una pena que no hayas encontrado algo más interesante que discutir, pero por esta vez que no quede. El texto en cuestión es buen ejemplo de cómo usar los propios prejuicios como anteojeras que impiden ver la realidad o escuchar los argumentos del contrario, en vez de disolverlos en una sopa de sospechas a priori. Desde luego, comprendo que a alguien al que le resulte incomprensible entender el mundo sin el monóculo monócromo de un paquete de dogmas, tampoco le resulte posible entender que un partido político no necesite del concepto decimonónico de "ideología" (que, como bien explicó Gramsci, a menudo no es sino "falsa representación de la realidad").

Como pasa con las cerezas, de ese reproche inicial -no tienen ideología, qué escándalo-, cuelgan el resto de los reproches: somos centralistas, nada ecologistas, autoritarios y no sé qué más. No porque lo digamos nosotros o porque lo demuestre la trayectoria de UPyD, sino porque lo dice él, que no se le escapa una ya que tiene la ideología correcta, esa que te permite asegurar que las vacas vuelan si eso es ideológicamente coherente con el esquema prefijado. Es como la posición de esos izquierdistas de salón que, como lo dice la propaganda del partido, insisten en que Cuba es una sociedad socialista que ha eliminado la desigualdad pese a que la enorme desigualdad reinante en esa dictadura, entre cubanos ocn dólares y sin ellos, por ejemplo, es llamativa hasta para los turistas más distraidos.

Yo creo más bien, como Gramsci (que era marxista pero sumamente competente), que un partido o una persona que rechaza ver la realidad con mente abierta y preguntas acertadas, porque ya tiene el cerebro lleno de respuestas prefabricadas, es incapaz de entender la realidad y, por tanto, de transformarla. Lo que nos sobran son ideologías rancias sabelotodo, y lo que nos faltan son ideas capaces de orientar una política volcada en las necesidades y valores que nos importan. Yo trato de contribuir a eso modestamente, pero como lo hago sin el lastre de una ideología comprada en una librería de viejo o en las publicaciones de una iglesia (aunque sea atea, ecologista y demás "istas"), me temo que no sirva para mucho para las víctimas de las anteojeras ideológicas, sean de derechas o de izquierdas. Allá ellos.

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Saludos.