Hola, soy Carlos Peña y trabajo como Vigilante de seguridad en la Comunidad Autónoma Vasca. En mi sector tenemos un Convenio Estatal, el de Seguridad privada, en el que los vascos nos encontramos ante una situación muy precaria. En el País Vasco la carestía de vida es mayor que en el resto del Estado. Lo que en Cádiz o Extremadura es un sueldo normal, aquí es un sueldo precario. 

Un Convenio Estatal nos discrimina del resto de Comunidades. Hablamos de que nuestro sueldo base es de 957€, lo que no va acorde a la vida en el País Vasco si tenemos en cuenta los precios de los alquileres/hipotecas y el nivel de vida en general. Madrid, Barcelona, Bilbao… son las ciudades más caras. Por otra parte, con este sueldo en comunidades como Extremadura el sueldo va más acorde a la carestía de vida, que es menor. 

Como ejemplo, un Ertzaintza cobra alrededor de 2.500€ y un Guardia Civil en otra Comunidad Autónoma cerca de 1.500€. Esto es a causa de la carestía de vida de la que hablamos. Hay en otros sectores que los sueldos son mayores aquí que en el resto del Estado. Un funcionario vasco cobra más que uno del Estado debido a los complementos, entre otras cosas, lo cual no sucede en la seguridad privada.

Además, en nuestro sector en el País Vasco se nos exige un nivel profesional más alto que en otros lados. Piden una seguridad eficiente que no va acorde a la retribución. Se nos exige euskera sin pagarnos la formación, por lo que si vamos individualmente nos cobran un dinero que con nuestro sueldo es imposible de asumir. Debemos entrenar cada día, ir a clases de tiro… Nos exigen una serie de requisitos que no se contemplan a la hora de pagarnos. 

Por todo esto queremos dirigirnos a los miembros del Parlamento Vasco. Estamos viviendo por debajo de la precariedad. Se nos está insultando, vejando y agrediendo, por poco menos de 1000 euros. Por ello es fundamental crear un Convenio Autonómico que no nos discrimine, que el que el sueldo vaya acorde a la carestía de vida de la comunidad y con el que podamos tener una vida digna.