Me llamo Carmen y he sobrevivido a un cáncer de mama.

Hace cuatro años, cuando acababa de cumplir 45, me noté un bulto en un pecho. Al día siguiente llamé a mi médico y este me solicitó varias pruebas. Tras ver los resultados, me confirmaron que padecía un cáncer de mama HER2 positivo en estadio 3. 

Al estar tan avanzando no pasó ni una semana hasta que me operaron. La intervención consistió en una mastectomía parcial y posterior reconstrucción del pecho. Pasado un mes, empecé a recibir el tratamiento de quimioterapia, dividido en 16 ciclos. Los cuatro primeros me los administraron cada 21 días; y los 12 siguientes, cada semana. A continuación, empecé con la radioterapia, dividida en 30 sesiones. 

Por último, me pusieron un tratamiento hormonal, que tengo que seguir durante diez años, que me produce muchos sofocos y me ha hecho subir bastante de peso.

Si bien siempre he sido una persona muy positiva y en ningún momento llegué a estar anímicamente mal, lo recuerdo como un proceso bastante duro. Además, a día de hoy, tengo secuelas de todos los tratamientos recibidos para combatir el cáncer.

Por ello, pido al Parlamento de Galicia que destine más recursos a la investigación contra el cáncer, pues esto permitiría conocer las causas de esta enfermedad, cada vez más frecuente en personas jóvenes; una detección temprana de la misma; así como el desarrollo de fármacos menos agresivos para combatirlo.