Pregunta para Cámara de Diputadas y Diputados de Chile
¿Cuándo se garantizará el acompañamiento de una matrona a las embarazadas y el parto respetado en nuestro país?
Mi nombre es Carolina, vivo en Santiago y soy mamá de Mateo, un niño hermoso de casi 3 años.
Mi experiencia como madre primeriza ha sido maravillosa a lo largo de estos primeros años, sin embargo, me tocó pasar por una situación muy difícil en el momento del parto.
Durante mi embarazo siempre quise un parto normal, si es que las circunstancias así lo permitían.
Conocí a la matrona que asistiría mi parto recién a la semana 36 de mi embarazo y, si bien solo la había visto una vez, sentía cierta tranquilidad de saber quién recibiría a mi hijo.
Cuando llegó el día que comenzaron las contracciones, llamé a mi ginecólogo y me informó que la matrona se había ido de vacaciones y que sería otra profesional la que estaría en mi parto, una que yo no conocía.
Partí nerviosa a la clínica. Ya comenzando el trabajo de parto, estaba con poca dilatación y no me hicieron caminar ni ningún tipo de procedimiento o recomendación para estimular la dilatación. Rápidamente me pusieron la epidural sin explicarme las razones ni qué conllevaba eso.
Me seguían poniendo anestesia, lo que hizo que me desmayara varias veces, me dieran tercianas, vomitara, me subiera y bajara la presión, en definitiva, que mi cuerpo colapsara. Fueron 12 horas de trabajo de parto antes de tener a Mateo.
Tuve que tener a mi hijo por cesárea ya que estaba mirando hacia adelante de mi vientre, pero a mí nadie me explicó que en esa posición no podría nacer por parto normal. De haber sabido esto, no me hubiera hecho ninguna expectativa de que naciera por parto normal. Había un desconocimiento total por parte del personal médico sobre la posición de Mateo, lo supieron recién cuando nació, ya que la última ecografía que mostraba esto desapareció luego de que yo la entregara en la clínica el día que ingresé.
Mi parto no fue respetado, no tuve la información necesaria ni tampoco acompañamiento en el embarazo por parte de la matrona. Esto hizo que mi experiencia fuera muy compleja y me sintiera completamente pasada a llevar, llevándome una carga emocional muy grande.
Cuento mi caso ya que sé que tal como yo, hay muchas otras mujeres que han pasado por experiencias similares y es necesario que este tipo de situaciones no se vuelva a repetir, ninguna otra mujer merece pasar por lo mismo.
Es por esto que me dirijo a los diputados de la Cámara, para preguntarles cuáles son las medidas que proponen para que exista un acompañamiento a las embarazas por parte de una matrona y que todos los partos sean asistidos de manera respetuosa e informada.
Para lograrlo necesito el apoyo de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos 750 apoyos, esta pregunta llegará a los parlamentarios de la Cámara de Diputados, quienes nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web.