Hola, mi nombre es Alba y hace un año creé “Cartas a un violador”. Un espacio para romper con el silencio, los tabúes y poder contar tanto mi historia como la de muchas mujeres, niñas y adolescentes que han sido víctimas y sobrevivientes de agresiones sexuales y todo tipo de abuso en algún momento de su vida.

Después de sufrir semejante acto de violencia, tuve mi proceso y una de las cosas que me ayudó fue escribir una carta. La titulé “Carta a un violador”. Me desahogué y aportó mucho para procesar el trauma y transitar mi proceso de sanación.

 Creé este espacio debido al gran silencio, miedo y tabú que generan en la sociedad los acosos, abusos y violaciones sexuales. Esto imposibilita poder contar nuestras historias, hace que parezcan inverosímiles porque nadie nos cree y duele muchísimo. Si es algo que para la sociedad no existe, entonces más difícil es luchar contra ello. Debería poder proclamarse socialmente.

Es importante poder asumir lo que pasó y hablar de ello sin prejuicios ni estigmas. Esto contribuye al proceso de sanación. A mí y a muchas mujeres, “Cartas a un violador” nos ha ayudado mucho.

El periodo después de vivir este tipo de situaciones es muy duro, tanto que es difícil encontrar palabras para describirlo. Te encuentras muy sola, con un sistema que no ayuda a las víctimas, ya que la sociedad sigue sin estar concienciada de que esto sucede continuamente. Para los gobiernos, es como una especie de “efecto colateral” y no lanzan suficientes campañas ni brinda la información adecuada para evitar este tipo de violencias.

Catalunya es la única Comunidad Autónoma que cuenta con una atención de emergencias a mujeres que han sido agredidas sexualmente en todo el país. Sin embargo, quienes sufrimos esta situación no caemos de primera al hospital a hacernos el parte de lesiones, ni a poner la denuncia porque tardamos mucho en asimilarlo: es muy duro y extremadamente doloroso. En el caso de chicas más jóvenes, puede serlo todavía más. Esta opción queda muy limitada.

Es por ello que me dirijo a las instituciones para que implementen algún tipo de soporte de ayuda terapéutica para las víctimas y sobrevivientes de violaciones y abusos, para no estar tan solas. Tener algún espacio donde poder refugiarnos y poder tener nuestro proceso psicológico y emocional adecuadamente. 

Por eso creé “Cartas a un violador”, porque sé que, lamentablemente, una enorme cantidad de mujeres, niñas y adolescentes han pasado situaciones como la mía o similares y nunca lo dicen. Permanecen bajo ese secretismo y tabú que realmente preocupa.

Mediante Instagram, mensaje privado o de manera anónima, me pueden enviar el testimonio que quieran y de la forma que quisieran. No todo el mundo puede escribir, o cuesta mucho hacerlo desde el dolor. La idea es poder dar voz y espacio a estas mujeres, porque la expresión emocional es sanadora y muy importante. 

Es por eso que os pido todo vuestro apoyo. Si conseguimos 700 firmas Políticos del Senado nos brindarán un respuesta en esta misma web. ¿Nos ayudáis firmando y compartiendo esta petición por todas vuestras redes sociales? ¡Por todas las víctimas de violencia sexual!