Soy Catalina Cortés, vivo en la Región del Maule y soy ingeniera agrónoma de profesión. En medio de la pandemia inicié una empresa de recolección de residuos orgánicos e inorgánicos, llamada Maule Compost.

Esto surgió a partir de una inquietud personal, pues siempre viví en el campo donde con mi familia hacíamos separación de residuos y compost. Sin embargo, cuando comencé a vivir en un departamento esto se me hacía imposible. Por eso decidí comenzar esta iniciativa, dando la posibilidad a los habitantes de Curicó y alrededores de tener otra opción para sus residuos.

Poco a poco Maule Compost ha ido creciendo y cuenta con una excelente recepción. En el Maule mucha gente está comprometida con el medio ambiente y los proyectos sustentables. Yo retiro sus residuos orgánicos de forma semanal y los inorgánicos de forma quincenal. Además, cada tres meses les entrego compost para que vean el resultado del proceso que están eligiendo para eliminar sus desechos, algo que motiva mucho a las personas.

Estas acciones me parecen sumamente necesarias en la sociedad. Niños, jóvenes y adultos deben ser conscientes de que el cambio climático está sobre nosotros y que debemos contaminar menos, para lo que acciones de este tipo son muy importantes. 

Sin embargo, el compromiso que veo en la ciudadanía no es el mismo cuando hablamos de las autoridades, pues existen una serie de trabas para llevar adelante proyectos de este tipo. 

Desde el punto de visa legal se señala que lo que se recolecta es considerado un “residuo no peligroso”, lo que hace que sea complejo obtener los permisos para poder procesar la materia prima que son restos vegetales principalmente proveniente de diferentes hogares,  sería mucho más fácil si es considerado un “insumo” lo que ayudaría a fomentar el manejo de elementos orgánicos de parte de la comunidad. 

Si esto cambiara podríamos crecer y dedicarnos al procesamiento de residuos orgánicos en masa. Hoy es casi imposible conseguirlo debido a la enormes directrices que hay que surfear para la obtención de los permisos.

Por eso les pregunto a las autoridades pertinentes: ¿Por qué no se fomenta la existencia de iniciativas y empresas vinculadas a la recolección y tratamiento sustentable de residuos? ¿Dentro del marco legal, será posible evaluar la posibilidad de considerar los residuos orgánicos como un insumo de la obtención de compost? Es necesario que la lucha contra el cambio climático sea de todas y todos, y eso solo se podrá conseguir con un efectivo acceso de la ciudadanía a iniciativas sustentables, como es el compostaje. Sin embargo, esto se está viendo dificultado por la burocracia que deben enfrentar quienes, como yo, queremos llevar adelante este tipo de proyectos.

Te invito a visibilizar este tema. Si conseguimos 400 apoyos recibiremos una respuesta de las y los diputados en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo para que avancemos hacia una sociedad con más proyectos de sustentabilidad.