El poder judicial está dominado por personal pro-franquista, estos hacen lo que en política no pueden hacer los franquistas de VOX, PP y ciudadanos, así como sus marcas blancas y parte de algunos jerifaltes de PSOE.

El poder judicial actual es un grave obstáculo para el crecimiento y desarrollo de las libertades y progreso de España.

En aras de un principio constitucional de independencia entre poderes, está siendo aprovechado para realizar todo tipo de fechorías y actos criminales en contra del gobierno elegido democrática por los ciudadanos, por todo ello y hay extensa documentación para rellenar muchas carpetas que demuestran fehacientemente lo que aquí denuncio, es que el poder judicial debe de ser demolido tanto en sus principios, estructura, jerarquía e institución oficial del estado. Será necesario tenerlo en cuenta para una nueva remodelación, utilizar todos los recursos legales disponibles para separar de la carrera judicial a estos criminales, se puede actuar de una manera suave:

1.º Prejubilación forzosa a partir de 50 años, eso asegura que al menos el 65%-70% de los funcionarios judiciales que son claramente fascistas sean expulsados de esta institución.

2.º Prohibir proselitismo político o adhesión a partidos políticos, expresa bajo juramento el cargo, sean del signo que sean.

3.º Prohibir expresamente a los nuevos funcionarios que profesen la fe católica o cualquier otra y mucho menos que formen parte de entidades como el Opus Dei, los Legionarios de Cristo y similares, esto es válido para cualquier religión o secta, con sanciones y penas de carácter criminal.

4.º Renovar totalmente el cuerpo de funcionarios, investigar la vida personal de cada uno de ellos y separarlos del cuerpo en caso de infringir alguna de las normas anteriores 2.º y 3.º 

5.º La entrada masiva mediante oposiciones en un plazo razonable a medio entre 5 y 10 años vista, permitirá que nuevas generaciones de nacidos en democracia contemplen la idea de formar parte de un cuerpo funcionarial autónomo, independiente, con principios democráticos, sensible a la diversidad, a las cuestiones de género, clase social o recursos pecuniarios, podrán entrar nuevas generaciones de personas que proceden de ámbitos sociales deprimidos, educados en un ambiente humilde y con sensibilidad a los problemas sociales que acucian a los españoles, respetando los principios inspiradores de la democracia y la tolerancia, en contra de esa mayoría actual de personas educadas en colegios escolásticos, de mentalidad cerrada e incluso obtusa, lejanos a la sociedad, vinculados a una élite y una ideología de una dictadura que se impuso a sangre y fuego en este país y que ha hecho atrasarlo más de dos siglos, aún no ha habido en España ese cambio que hubo en Francia a finales del siglo XVIII, seguimos instalados en el Antiguo Régimen y desde mi tierra, Andalucia, se percibe con mayor fuerza el poder de la Iglesia Católica, los caciques hoy disfrazados de buena gente y buena familia que son los que explotan a pobres desgraciados, muchos de ellos venidos de América o África en sus plantaciones en vez de algodón, de fresones o tomates, o en sus hoteles, bares y restaurantes, con jornadas infinitas y pendientes de una miserable propina para completar su ridículo sueldo. El poder judicial siempre falla a favor de esta gente, el poder judicial nunca comprende la situación personal, ni la estudia, ni le interesa y usa el término de "irrelevante" ante cualquier dato que un ciudadano desee aportar en su defensa.

Desmantelando el actual Poder Judicial, se acabará esta situación de in-pass, ridícula y absurda como tener bloqueados los nombramientos por no acudir a una negociación seria y responsable en el parlamento, sea la cámara baja o la cámara alta, esta situación debe remodelarse para que nunca más un país quede bloqueado por una minoría fascista nacionalcatólica.

Los españoles nos merecemos algo más, el hartazgo es grande y de eso el fascismo sabe nutrirse, la democracia está seriamente amenazada y con ello todos los logros conseguidos en cuatro décadas.