La razón que motiva esta campaña es que personalmente sufrí violencia obstétrica, física y verbal y conozco demasiadas mujeres que también la han sufrido, algunas de hecho han llegado a denunciar al hospital es cuestión. Me parece un tema fundamental y creo que parte de los 20.000.000 dedicados al Ministerio de Igualdad deberían invertirse en evitar esta violencia y de qué suceda, dar las herramientas a las mujeres para denunciarlo. 

No sé si se tendría que hablar de esto en preparación al parto o dónde se debería tratar, pero desde luego darle visibilidad, no esconderlo, no justificarlo y empezar a trabajar para cambiar esta situación. Nos dejan muy mal psicológicamente, nos roban nuestro parto, nuestra experiencia y nuestros hijos sólo nacen una vez. 

Además, no hay mucho apoyo a la lactancia en los hospitales tampoco, una vez entras al hospital estas en sus manos y eso asusta. No creo que vuelva a dar a luz en un hospital, si todo va bien en próximos embarazos y es posible dar a luz en casa lo haré. No te permiten comer, ni moverte, te obligar a ponerte una sonda, te ponen epidural, oxitocina, no hay consentimiento informado.

El trato en muchas ocasiones es vejatorio, recibí muchos comentarios fuera de lugar, no me informaron en ningún momento de lo que iban a hacer, pasé sola a una cesárea de urgencia sin alegar sufrimiento fetal, yo tampoco tenía ningún problema en ese momento. 

Pedí que me ayudarán a empujar, a intentar parir vaginalmente y me dijeron que no, que ya no podían tenerme más allí con la bolsa rota, bolsa que rompieron ellos y pusieron que llegue con ella rota al hospital. Falso, totalmente falso. 

Me ataron las manos en la cesárea y me trataron de pesada y de ser "una agonías" por preguntar por mi hijo.

Es es la clave: la violencia obstétrica que se da con tanta frecuencia en tantos puntos de España y lo poco que se habla de ello.