Mi nombre es Cristina, soy trabajadora social y sexóloga en Gran Canaria donde creé La Sonrojada. Este proyecto nació en el 2018 tras años topando con uno de los mayores tabúes que tenemos las mujeres: la menstruación. Lo cierto es que a día de hoy los problemas que derivan se acaba tratando casi siempre con antiinflamatorios o con anticonceptivos hormonales. No se habla sobre alternativas para gestionar las molestias que se derivan de menstruar, ni se tiene en cuenta y es un problema que no afecta solo a las mujeres, nos debería preocupar a toda la sociedad.

La menstruación es un proceso fisiológico por el que pasamos las mujeres durante una media de 40 años de nuestra vida. Produce en nuestro cuerpo muchas veces grandes dolores que apenas se estudian o de los cuáles no se invierte en alternativas o tratamientos para poder paliarlos. A esto se suma la cantidad de residuos que una sola persona produce en su etapa reproductiva. En muchos estudios se ha probado que, una mujer genera durante esos 40 años menstruando más de 100 toneladas de residuos en productos de higiene desechables.

¿Pero no hay una alternativa a eso?¿No hay forma de solucionarlo? Hay muchísimas, pero para recurrir a ellas, por una parte, se debe informar sobre ellas y, por otra, es necesaria la inversión en alternativas a la hora de educar y concienciar. Ya no solo por el impacto, sino también por el daño que generamos durante toda nuestra vida a nuestro cuerpo. La salud de las mujeres, sobre todo en aspectos que siguen siendo tabú como la menstruación, siempre pasa a un segundo plano. Y a la vez es una problemática de la que no se habla, solo se trata cuando es para mostrar más prejuicios hacia ella.

Si yo no conozco el impacto, no puedo actuar. Por eso la educación, divulgación y concienciación son factores claves para cambiar esta situación. Ya muchas organizaciones y mujeres son portavoces del cambio. Y lo cierto es que se están generando grandes acciones, pero aún nos queda mucho por visibilizar. Porque la salud de las mujeres no puede seguir a la cola de todo y porque nuestro planeta tampoco puede esperar. Por eso es importantísimo desmitificar este tipo de temas, llevarlo al habla sin tabúes ni prejuicios. 

Ya es hora de que conozcamos las alternativas que existen y también que seamos libres de decidir sobre ellas. Porque está claro que no podemos entender aquello que no conocemos. Por ello, es importante la labor de algunas comunidades Autónomas como es Canarias, que el impuesto (IGI) que se aplicaba a los productos de higiene femenino, se quitó para ayudar en esta parte. Este tipo de medidas positivas se podrían seguir tomando en esta misma línea. Sobre todo, es importante informar sobre este tipo de medidas y las alternativas de higiene menstrual que existen. Para tomar decisiones sobre tu cuerpo es de vital importancia estar informadas. 

Desde aquí me gustaría preguntarle al Parlamento de Canarias sobre todas esas mujeres y jóvenes que están empezando a menstruar, ¿cómo van a decidir sobre su menstruación si no la conocemos? Ya no solo tratar las alternativas y hablar sobre ello es importante. También es necesaria la divulgación de estos temas y la puesta en conocimiento de todo el mundo. Menstruar no es un motivo de vergüenza, es un estado natural al que todas las mujeres estamos expuestas. Y por eso, es necesario investigar formas para que el dolor no sea tan incesante y también para entender nuestro propio cuerpo, si no sé cómo funciona mi ciclicidad, no sabré gestionar mi tiempo, mis emociones ni mi energía. Tampoco si lo que me sucede es normal o si necesito consultar con especialistas.

Gracias a muchas personas que se hacen eco de esta problemática estamos generando cada vez más que estas cuestiones lleguen a la opinión pública. Sin embargo, aún nos queda bastante por delante. Por eso, su apoyo en esta iniciativa es fundamental para hacernos oír y cambiar este tipo de problemáticas. Es importantísimo que las niñas, jóvenes y mujeres puedan decidir aquello que prefieren para ellas con información de calidad. Y también nuestro planeta nos agradecerá este respiro que le podemos dar.