Pregunta para Congreso de los diputados

Me llamo Cristina López y soy la secretaria de ‘Amconfib’ (Asociación de mamás con fibromialgia), que verá la luz muy pronto. ¿Por qué no se certifica el 33% de discapacidad a las personas con fibromialgia? ¡Es una enfermedad invalidante!

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Cristina López Pregunta de Cristina López

Hola. Me llamo Cristina López, tengo 50 años y soy la secretaria de ‘Amconfib’ (Asociación de mamás con fibromialgia), que verá la luz muy pronto. 

La fibromialgia me la diagnosticaron a los 21 años, pero nunca antes había tenido síntomas. En ese momento, comencé a tener dolor generalizado, mucho cansancio, llegaba de trabajar y no me podía mover, el levantarme por las mañanas era horrible porque tenía mucha rigidez, etc. 

Además de la fibromialgia también sufrí un cáncer de útero en 2008, tenía ataques epilépticos porque nací con un coágulo en la cabeza, tengo artrosis, bronquitis crónica asmática y reuma. A lo largo de mi vida, he tenido que vivir, desgraciadamente, experiencias muy negativas, pero la que ha hecho que mi vida diera un giro radical fue el fallecimiento de mi hija con 18 años por no poder ser atendida con un desfibrilador por las autoridades. 

En la actualidad estoy acudiendo al psicólogo cada 15 días, puesto que tengo depresión a causa del fallecimiento de mi hija. A pesar de eso, antes de que ocurriera, ya no podía dormir por los problemas acarreados por la fibromialgia, pero ahora, estoy tomando 14 pastillas diarias para dormir y descansar. 

Estoy agotaba, me levanto por las mañana como si te pasara un camión por encima, los dedos no los puedo hacer funcionar hasta que no hago unos ejercicios que me mandó el reumatólogo, etc. Tengo que activar mi cuerpo para poder llegar a la cocina y preparar el desayuno, e incluso, hay cosas que no puedo hacer como, por ejemplo, el abrir una cafetera. 

Uno de los problemas sociales más importantes a consecuencia de la fibromialgia es el no tener trabajo. Muchas de las mujeres que padecen esta enfermedad, tienen limitaciones a la hora de ejercer su profesión y no siempre es fácil el poder continuar trabajando y coger una baja. Normalmente, acaba en despido. Por lo que, mientras no se reconozca esta enfermedad por nuestro gobierno con una incapacidad mínima del 33%, no podemos hacer nada más que seguir luchando. El medicarnos de por vida, conlleva estar atadas a un pastillero de manera ilimitada. 

Muchas de nosotras ya no podemos trabajar porque, por esta enfermedad y otras que padecemos, apenas tenemos ingresos mínimos. A través de la Seguridad Social recibimos ayudas de alimentos y/o tarjetas monedero por valor de unos 70€ por persona. Eso hace que aún nos veamos más hundidas y sin saber qué hacer. 

La fibromialgia en el ámbito laboral se considera como ‘enfermedad común’ no derivada del trabajo, y hay muy pocas excepciones en la que se considera ‘accidente de trabajo’. Existe varios tipos de incapacidades. Por un lado existe la incapacidad temporal (baja laboral) y por otro, la incapacidad permanente, que es derivada de un accidente de trabajo, pero existen muchas trabas a la hora de su certificación tanto por la edad como por los años cotizados. 

De igual forma, existe otro tipo de problema a raíz de la enfermedad, que es la violencia familiar, llamada ‘detonante de fibromialgia’. 

La violencia, ya sea doméstica, intrafamiliar, sexual o de cualquier otro tipo, hace que las consecuencias de la salud, tanto físicas como mentales, cree un estrés postraumático que hace que muchas mujeres padezcan fobias, miedos, fatiga crónica y enfermedades que produzcan mucho más dolor. La violencia hace que se produzca un estado emocional en el que, el 95% de los casos, las mujeres acaban con problemas de autoestima y llegando a desarrollar depresiones muy graves. 

Independientemente de la violencia, todo lo que produzca un shock –enfermedad, muerte, etc- ayuda a desarrollar la fibromialgia. Por eso, es muy importante también tener en cuenta cuando, por ejemplo, una madre sufre porque tiene un hijo con alguna discapacidad o enfermedad, como el TDAH, ya que eso agrava la situación. 

Ahora estoy adentrándome en un nuevo proyecto. Soy la secretaria de ‘Amconfib’ (Asociación de mamás con fibromialgia) que se ha creado a raíz de que nos juntáramos un grupo de madres con esta dolencia. 

Nosotras lo que queremos es que el gobierno nos reconozca el 33% de discapacidad y ayudar a otras madres. Necesitamos estar todas juntas en los momentos duros, esa es la premisa principal de ‘Amconfib’. 

La asociación está destinada para las mujeres, pero hay varias hojas de socios creadas para diferentes perfiles. Por un lado, están las mamás con fibromialgia, donde se recoge el diagnóstico, el médico que atendió, síntomas y comentarios. Y por otra parte, hay una hoja de socios para aquellos hombres, sufran la enfermedad o no, que puedan empatizar y quieran participar con nosotras. Todo el mundo tiene acceso a participar en ‘Amconfib’. 

Nuestra intención es poder ayudar, por ejemplo, cuando a una mamá la han echado del trabajo y necesita alimentos, cuando necesiten ropa, etc. Además, hay muchas personas que no acuden al médico porque no tienen solvencia económica y ni siquiera pueden costearse la medicación. Por eso es tan necesaria esta asociación.

Es por todo lo plasmado en la propuesta, por lo que lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que se nos certifique un 33% mínimo de discapacidad a las personas con fibromialgia. #33discapacidadparalafibromialgia.

De igual forma, necesitamos que se nos adecue el trabajo a nuestras condiciones físicas. El 90% de las personas diagnosticadas no pueden volver a trabajar porque desarrollan labores en los que tienen que manejar bastante peso o diferentes herramientas que son perjudiciales para su cuadro físico. 

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