Pregunta para Cortes Valencianas
¿Por qué no existen actividades de cultura y ocio inclusivos? Las personas con discapacidad también tienen derecho a aprender y divertirse.
Miri es una chica risueña y sociable, le encanta estar con la gente, relacionarse, y antes de la pandemia, disfrutaba de la cultura y del ocio como una más, con su diversidad funcional.
Pasados los años de COVID, no todo ha vuelto a la normalidad. Muchas personas con discapacidad han visto limitados los logros de inclusión que se habían conseguido durante años con mucho esfuerzo, y que necesitamos recuperar urgentemente.
Es por ello que lanzo esta campaña, para la que las personas con diversidad funcional no sean apartadas del mundo de la diversión y de la cultura. Las instituciones necesitan apoyar a esa parte de la sociedad que se siente “invisible” junto a sus familias, y que han demostrado, que pueden llegar a participar y no ser sólo meros espectadores.
Miri ya actuó como actriz con CalidoscopiTeatre, un grupo de teatro que realizó una pequeña gira, y en la que todo lo recaudado se volvía a reinvertir en la obra. Un proyecto formado por voluntarios, pero al que se destinaba tanto tiempo y dinero que sin ayudas resultaba inviable a largo plazo.
Los ensayos los hacíamos en el comedor que nos cedía un centro ocupacional, así como el vehículo, y los gastos de gasolina y hospedaje corrían a cuenta de las familias. Los responsables de la obra y el resto del equipo eran voluntarios invirtiendo lo más preciado que tenían, tiempo, e incluso se quedaban en nuestros hogares para poder comer y descansar. Por ello es necesario que el trabajo que realizan esté remunerado, es su profesión, y la realizan con mucho esfuerzo, así como incluir dentro de esos incentivos, un espacio en el que poder ensayar y guardar el vestuario.
El bien que hacen este tipo de actividades a las personas con discapacidad es incalculable. Mejora su autoestima, su autonomía y por tanto su bienestar. La gente acude a verles, son los protagonistas del día y sus actuaciones gustan. ¡Es perfecto para ellos, se sienten personas “normales”!
Su vida no puede reducirse del cole a casa, y de casa al cole, necesitan hacer algo en la tarde y actividades de ocio como las que hacían antes de la pandemia, como salir con voluntarios a cenar, porque para ellos, y las familias eran como si pudieran tener una vida normal.
Si queremos mejorar la autoestima y autonomía de las personas con discapacidad, realicemos actividades de ocio y cultura inclusivos, porque no hay nada. Queremos recuperar esos años de teatro y de salidas nocturnas, porque fueron los más felices de nuestras vidas.