Mi nombre es Dani, tengo 29 años y soy de Sant Cugat del Vallés (Barcelona). Trabajo como técnico de automoción y soy un gran apasionado del deporte. ¿Por qué os cuento todo esto? Os preguntaréis quizá… Pues bien, porque a los 26 años me diagnosticaron un linfoma de Hodgkin y la vida se me paró en seco. Eso sentí yo el día que recibí el diagnóstico: “Tengo cáncer”. Estaba en shock. 

Todo empezó cuando un verano comencé a sentir molestias en la espalda y me noté un bulto en el pecho. En aquel momento lo relacioné con la vida que llevaba entonces, alguna lesión, consecuencia de estrés laboral, etc. Acudí al médico y en una radiografía no vieron nada. Pero más tarde llegó la tos seca, y más síntomas sucesivamente. Hasta que en una revisión del trabajo me detectaron anemia. Me mandaron directamente al CAP y allí, tras varias pruebas, lo vieron: tenía un tumor de 15 cm en el pulmón. Había tenido todas estas pruebas por medio de mi mutualidad, hasta que pasé a la Seguridad Social. Allí, tras pruebas concluyentes, recibí el diagnóstico: tenía un linfoma de Hodgkin clásico, en estadio 4 pulmonar. 

12 sesiones de quimioterapia y otras tantas de radioterapia me acompañarían en los próximos meses. Un tratamiento agresivo, sí, pero soportable. No obstante, la enfermedad no termina ahí. Hay otros muchos aspectos que rodean al cáncer y para el que nadie te prepara. ¿Qué ocurre con tu vida laboral? ¿Podré volver a desempeñar mi trabajo? ¿En qué consiste el proceso de preservación de esperma? ¿Qué pasos debo seguir en cuanto a esto o lo otro? Mil dudas te avasallan y creo que, desde mi punto de vista, los pacientes no contamos con la información o instrucción suficiente para hacer frente a estos procedimientos sin dudas. Desde mi vivencia considero que existen fuertes carencias en cuanto a los temas más “burocráticos”. Los pacientes necesitamos algo más de apoyo, acompañamiento y asesoramiento.

Y con todo, soy de las personas que cree que ni un solo impedimento burocrático o circunstancial puede quitarte las ganas de vivir. Tenemos muchas razones para tirar para adelante y luchar. Es una enfermedad, sí, pero hay que tratarla y seguir luchando. Para mí la alimentación y sobre todo el deporte han sido pilares fundamentales en esta época de mi vida. Me han sanado y me han salvado, también en cierta parte. Os animo a encontrar vuestro pilar, aquello que os mantenga en pie, y os aporte toda la fuerza y energía de la que preciséis para seguir adelante.

No haber alcanzado siquiera la treintena y enfrentarse a algo así no es tarea fácil. He sabido llevarlo bien, sí, gracias al apoyo de mi familia y seres queridos, gracias al deporte y la alimentación, pero nos os voy a negar que entré en una burbuja cuando entré en este camino contra el cáncer. Se te para un poco la vida, entra en stand-by y tu motivo parece ser solo llegar al máximo a tu próxima sesión de quimio… Pero a pesar de ello he intentado que en ningún momento mi enfermedad fuese un tabú. He visto como familiares y amigos se quedaban parados o sin palabras cuando hablaban conmigo, y yo siempre he explicado todo abiertamente. Estás enfermo, sí, pero no es una condena a muerte, hay que tratarlo con naturalidad…

¿Por qué el cáncer sigue siendo un tabú? ¿Por qué cuesta pronunciar la palabra cáncer? Parece que estemos ante un término innombrable, parece que necesitemos otro término para referirnos a esta enfermedad. Necesitamos una sociedad que desestigmatice el cáncer, la enfermedad en sí y todo lo que rodea a esta.

Desde mi vivencia quiero, por un lado, dirigirme a toda persona a la que pueda servir de ayuda: casi todas las preguntas que tenéis, tendrán respuesta. Y al resto de la ciudadanía, que se conciencien de lo importante que puede ser acudir a revisiones. Desgraciadamente, ser joven no te exhibe de la enfermedad, y pillarlo a tiempo puede ser clave. Pero no quiero dejar de dirigirme tampoco a nuestros representantes políticos en el Parlament de Catalunya, para que no olviden la importancia de destinar recursos a la investigación y al tratamiento de este y otros tipos de cáncer. Los tratamientos a los que nos sometemos los pacientes son muy agresivos. ¿Cuándo se tomará en serio la inversión en ciencia y sanidad en nuestro país? 

Hablemos del cáncer sin miedo, y enfrentémonos a él, porque es una mierda, sí, pero hay que plantarle cara e ir a por ello. Por eso me dirijo a vosotros, familiares, amigos, conocidos, para que firméis y apoyéis esta campaña; pero también a vosotros, dirigentes y representantes políticos, para que el cáncer se estudie, se investigue y se visibilice como es debido.