La red internacional de paraísos fiscales proporciona a los corruptos la opacidad y el anonimato necesarios para ocultar las rentas provenientes de sus actividades delictivas, blanquear el dinero y evadir impuestos. Por ello es fundamental actuar en todos los ámbitos hasta acabar con estos santuarios del fraude y del delito que, en la práctica, están privando a los estados y a las administraciones públicas de recursos valiosísimos para atender las necesidades sociales de la población.

Tal y como se afirma en el Convenio Penal sobre la Corrupción, del Consejo de Europa, los paraísos fiscales constituyen una amenaza para la primacía del derecho, la democracia y los derechos humanos, socavan los principios de una buena administración, de la equidad y de la justicia social, falsean la competencia, obstaculizan el desarrollo económico y ponen en peligro la estabilidad de las instituciones democráticas y los fundamentos morales de la sociedad.

Por eso en Izquierda Unida siempre hemos tenido clara la importancia de combatir desde todos los frentes esta lacra del siglo XXI, que en la actualidad implica la desaparición de miles de millones de euros que deberían destinarse a financiar políticas sociales y servicios públicos esenciales para todos los ciudadanos.

Y esa lucha, lógicamente, no puede ceñirse sólo al ámbito internacional o estatal. Como hemos dicho muchas veces, los ayuntamientos pueden contribuir también a reducir el impacto global de los paraísos fiscales y a modular el comportamiento fiscal de las empresas hacia prácticas responsables, ya sea mediante un mayor control de los concursos públicos o mediante medidas que vayan encaminadas a penalizar a quiénes se benefician de estos agujeros negros. Es cuestión de voluntad política.

Por eso, en el programa electoral de Adelante Sevilla, la candidatura unitaria de confluencia en la que se integra Izquierda Unida junto a otras seis fuerzas políticas y diferentes colectivos sociales, hemos incluido una batería de propuestas concretas con las que buscamos caminar hacia una ciudad libre de paraísos fiscales.

Así, por ejemplo, vamos a poner marcha cláusulas sociales para que el Ayuntamiento no contrate a las empresas que utilizan paraísos fiscales en su actividad y prime a las que sí pagan sus impuestos y cumplen con sus deberes tributarios.

A ello hay que sumar, además, que en Adelante Sevilla nos hemos dotado de un código ético, que garantiza a la ciudadanía la posibilidad de auditar nuestra gestión, y hemos adquirido además una serie de compromisos de buen gobierno que ayudarán, sin duda, a combatir la corrupción y a mejorar la transparencia municipal.

Durante este mandato se abrió una oportunidad para empezar a poner freno a los paraísos fiscales cuando las distintas fuerzas políticas municipales aprobamos, en el Pleno de Julio de 2016, una moción conjunta sobre este tema, secundando así una iniciativa impulsada por Intermon Oxfam y siguiendo el ejemplo de otras ciudades que ya se habían sumado a la misma como Barcelona, Zaragoza, Valencia o Málaga.

Sin embargo, como en tantas otras cuestiones, en ésta el gobierno de Juan Espadas (PSOE) no ha pasado de las palabras. Así que aquella moción plenaria se quedó en un bonito canto al sol, en una declaración de intenciones sin más. Ha llegado la hora, por tanto, de tomarse en serio la lucha contra los paraísos fiscales desde el Ayuntamiento. En Adelante Sevilla lo tenemos claro y si gobernamos, a partir del próximo 26 de mayo, lo demostraremos con hechos concretos.