Me llamo Daniela y soy la madre de Joaquín. Nosotros somos de Chile, pero en estos momentos estamos instalados a Madrid porque mi hijo convive con un tumor cerebral llamado craneofaringioma desde que tenía dos años y hemos encontrado un tratamiento que los médicos consideran que será efectivo y al que solo se puede someter en España.

A Joaquín le operaron en Chile varias veces; la última fue en 2019. Después de la intervención en cuestión el tumor desapareció, pero durante una revisión rutinaria durante los meses posteriores, le encontraron un rastro tumoral. En Chile nos dieron la opción de hacer un tratamiento de radioterapia, pero yo me informé y encontré que existe el tratamiento de protones; una tipología de radioterapia actualizada que es menos dañina. Los médicos avalaron nuestra decisión; la radiación que se desprende de la terapia de protones es más directa y no es tan invasiva. Además, la ubicación del tumor de mi hijo conlleva que pueda peligrar de verse afectado el nervio óptico y los médicos nos informaron de que con este tratamiento la zona en cuestión queda más protegida.

Decidimos viajar a España para que Joaquín pudiera recibir este tratamiento, ya que en Chile no es posible, así que tuvimos que impulsar campañas de recogida de fondos de todo tipo. Lo conseguimos. Hace dos semanas que llegamos a Madrid y estamos instalados en un apartamento cerca de la Clínica Navarra, donde tratarán a mi hijo. El lunes pasado fue el primer día de pruebas y en aproximadamente 15 días empezará el tratamiento que durará dos meses o dos meses y medio.

El hecho de que Joaquín pueda recibir este tratamiento es un avance completo y nos da mucha esperanza, por eso hemos invertido fuerza y dinero en lograr conseguir el objetivo. En este sentido, viendo que van surgiendo nuevos métodos y terapias para tratar el cáncer infantil que cada vez son menos invasivos y más eficaces, queremos dar voz y sumar importancia al hecho de que se siga invirtiendo en la investigación sobre todas las tipologías de cáncer infantil, que son muchas, y de sus tratamientos, que muchas veces son muy agresivos y conllevan unos efectos secundarios severos. Nos dirigimos a los políticos del Senado para que respondan, concretamente, si ¿se prevé mejorar la inversión destinada a la investigación del cáncer infantil?