Pregunta para Asamblea de Madrid

Sara tiene necesidades especiales, y su colegio pone en riesgo su salud al descuidar el aseo personal, la limpieza de sus alargaderas de alimentación... ¿Por qué no se realizan las inspecciones solicitadas para evitar que se vulnere su dignidad?

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Daniela Negoita Pregunta de Daniela Negoita

Sara tiene 12 años, y es el fiel reflejo de que el amor único e incondicional puede llegar a ser real. Desde su nacimiento, mi hija me ha enseñado nuevas formas de aprender, de crecer, y de ver la vida desde otra perspectiva, la de la diversidad. Es por ello que quiero dar a conocer la situación que está viviendo en su centro escolar, porque me duele que no sea atendida adecuadamente en el lugar en el que debería estar protegida, y donde pasa la mayor parte de su día a día, el Colegio Público de Educación Especial Alfonso X el Sabio en Leganés.

Un centro para alumnos/as con necesidades educativas especiales dependiente de la Comunidad de Madrid, y más concretamente de la Dirección de Área (DAT) Madrid-Sur, quienes han venido registrando numerosas quejas de los padres por la falta de atención del centro hacía su alumnado, y sin embargo, no han tomado ninguna medida a pesar de las pruebas aportadas. Un claro ejemplo de ello, la falta de higiene personal de Sara.

Mi hija, como el resto de alumnos, tienen un tiempo de aseo agendado (lavado de cara, de dientes, cepillado de pelo...) Sin embargo, al solicitar ver su neceser junto a la directiva presente, todos pudimos comprobar como el cepillo de dientes de Sara, se encontraba en un estado deplorables, sucio, ennegrecido y con moho en su base “¿Cómo han podido estar lavándole los dientes con esta guarrada? “Es que no siempre se le lavan los dientes” me respondieron... cuando por normativa, es obligatorio que estos cuidados se realicen: Uno porque es una actividad que entra dentro del horario escolar, y dos, porque es imprescindible para evitar la proliferación de caries dado que la medicación que toman dañan su salud bucal, y la limpieza es fundamental. Además de no peinarla, ni limpiarle la mucosidad que haya podido tener, dejándole mocos resecos por el rostro, y para colmo de los colmos, comprobar que las alargaderas de alimentación que usa para su botón gástrico, no son limpiadas in situ tras la ingesta del alimento. ¡Una auténtica vergüenza que pone en riesgo su salud!

A lo que se suma la falta de atención en su movilidad, es decir, que Sara puede estar cojeando todo el día sin apoyar una pierna porque tiene mal colocados los dafos, y nadie hace nada por saber qué le pasa. Ni la logopeda, la enfermera, ni la terapeuta que son los profesionales que más conocen este tipo de ortopedia.

Es por ello que lanzo esta petición, para que cuando una familia pida explicaciones sobre un suceso, este se investigue, y se tomen las medidas oportunas urgentemente para evitar que vuelva a producirse. El centro es responsable de su alumnado dentro de un horario, y si exijo que se me dé información sobre hija por un hecho concreto, no me vale que me respondan encogiéndose de hombros porque lo único que consiguen es que no me fie de ellos. No cuestiono su formación, pero si la carencia de profesionalidad y de empatía con los niños, de querer ayudarles, y no parecer que se ríen de ellos por su actitud.

No nos dejan acceder a las clases con los terapeutas como en ocasiones anteriores. Y aunque nos piden informes médicos sobre los niños, luego no tienen en cuenta las recomendaciones de los especialistas para ser aplicados porque dicen que “su trabajo es educativo”, cuando la realidad es que se encuentran en un centro de necesidades especiales y no ordinario. Es decir, no dejan que exista un consenso con los padres, que son quienes mejor conocen las patologías de sus hijos, y luego ellos deciden deliberadamente cuántas sesiones pueden tener como si les sobrasen porque están mejorando su salud considerablemente...

Esto es, reducción de sesiones y de cuestionable calidad porque siempre es el alumnado el que se ve afectado por los tiempos de otras actividades necesarias como puede ser la ruta. Si la ruta llega tarde al colegio, la primera actividad se verá afectada en horario, al igual que cuando llega a recogerlos. Son niños que necesitan de ayuda para prepararse, dirigirse hacia al transporte, y se tiene en cuenta que hay que buscarlos en diferentes clases para reubicarlos en distintos autobuses, el subir y ponerse el cinturón, son 15, 20 minutos que se le quitan a las terapias en beneficio del transporte escolar.

Con todo esto, ¿cómo quieren que yo como madre, tenga la tranquilidad de que mi hija y sus compañeros pueden estar en buenas manos en el centro escolar? Si fueron capaces de dejarse a un niño en un polígono encerrado en un autobús, y todavía no ha habido ninguna sanción por ello, eso quiere decir que todos, la DAT y la Consejería, son igual de culpables que el Centro porque saben todo lo que pasa y siguen consintiendo que suceda a pesar del malestar de las familias, a las que se niega a recibirnos conjuntamente.

En definitiva, me niego a que se infravalore la seguridad y bienestar de nuestros hijos porque la mayoría no puedan contarnos cómo ha sido su día, si ha pasado algo, o si san sufrido vejaciones aprovechándose de su vulnerabilidad.

No debemos esperar a que ocurran desgracias para se tomen medidas. Mi hija es mi todo, me desvivo por ella, he pasado tres cuartas partes de su vida en el hospital, y ahora ni nunca pienso permitir que nadie le falte al respeto porque ella es una niña como otra cualquiera. Que necesita disfrutar de su infancia, ser feliz, y que se la trate con empatía y amor por su propia dignidad.

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