Pregunta para Cortes de Aragón
Soy David y estoy en tratamiento contra un linfoma, ¿por qué no se le da la importancia necesaria al aspecto emocional y de las personas que nos rodean para sobrellevar esta enfermedad?
Soy David y estoy en tratamiento contra el linfoma.
Empecé a encontrarme mal este verano, en agosto. Los síntomas que empecé a notar son típicos del linfoma pero yo no lo sabía y en el hospital tampoco consideraron que pudiera ser algo grave. Me mandaron una dieta y me dijeron que con eso debería encontrarme mejor.
Tenía nauseas y sudores nocturnos, empecé a perder peso y a tener un poco de fiebre por las noches. Empezó a agravarse y lo que en principio eran nauseas pasó a ser vómitos todas las noches y a tener mucha sudoración. Además notaba como si tuviera algo cruzándome la garganta. Sentía pinchazos en el pecho, mucha presión. Los médicos me decían que era un problema de la vesícula y me mandaron nolotil.
Gracias a que mi padre trabaja en emergencias, me llevó a otro hospital, porque empezaba a tener un color de piel amarillento. Tuve que esperar hasta octubre para que me hicieran un TAC después de ir a urgencias con mucha fiebre en el que ya descubrieron que tenia un linfoma muy grande. Tenía la vena cava obstruida, muchos órganos internos inflamados y líquido que le hacia que al comer vomitara. Me drenaron el liquido y empecé a sentirme mejor. También me hicieron una punción para saber que tipo de linfoma tenia: Linfoma no Hodgkin. Si no llego a ir a urgencias ese día, según los médicos, habría muerto.
Pronto empecé con el tratamiento de quimioterapia. Seis ciclos, un ciclo cada tres semanas. Acabo de terminar el tratamiento y estoy esperando a que me realicen un PET TAC para poder ver si el tumor ya no está o tengo que continuar con otros tratamientos, aunque a mitad de tratamiento ya me dijeron que el tumor había desaparecido en un 80%.
Mi novia Marina y yo intentamos llevar esta situación de la mejor manera posible. Ella lo ha pasado incluso peor que yo en algunos momentos, pero creo que es importante poder sobrellevar esta enfermedad con humor y rodearse de personas positivas para poder afrontar esta situación de la mejor forma posible.
Gracias a estas situaciones, uno se da cuenta de la gente que siempre esta para ti, de quien importa realmente y a quien le importas también. No siempre ha sido fácil porque la familia de Marina no vive cerca y menos con toda la situación de confinamiento, pero siempre hemos tenido gente respaldándonos. Por supuesto, quiero agradecerle el inmenso apoyo que me da mi familia todos los días, pero también a mi empresa y a mis superiores de Come Jamón que se han portado como verdaderos amigos conmigo.