Hola, soy David Ortega Gallardo, un joven vecino de Soria comprometido y concienciado con el futuro de esta provincia. Recientemente, ha trascendido a la opinión pública un nuevo y polémico proyecto ganadero en una zona de las zonas más turísticas y de mayor valor ambiental y monumental de la provincia. Me refiero a una macrogranja porcina de casi 5.000 cabezas de cerdos que está proyectada en el término municipal del pueblo de Recuerda, junto al cerro en el que se asienta la mayor fortaleza califal de Europa, el Castillo de Gormaz.

Las consecuencias negativas del proyecto son numerosas, variadas y evidentes. Por un lado, está la indudable afectación paisajística al Castillo de Gormaz, declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional desde 1931. La macrogranja sería visible desde el propio Castillo de Gormaz y, en especial, desde el arco califal de la fortaleza, lugar fotografiado por miles de turistas al año. Hay que recordar que, además de la agricultura, la principal fuente de ingresos de esta zona es el turismo. 

Por otro lado, están los numerosos efectos medioambientales que repercutirían negativamente a varios pueblos de la zona y sus vecinos (contaminación de acuíferos y del propio río Duero, contaminación odorífera, impacto en la fauna, etc.). En este sentido, varios Ayuntamientos, asociaciones de vecinos y empresas privadas ya han manifestado su firme rechazo al proyecto y su intención de presentar alegaciones al proyecto, pero mucho me temo que esto no sea suficiente. 

Desde aquí quiero dejar también claro que lo que se discute no es tanto la implantación de la macrogranja, si no su ubicación en una zona especialmente sensible en lo patrimonial y ambiental.  El impacto turístico y el impacto ambiental superará con creces los dudosos efectos positivos que el proyecto traerá en la zona. 

¿Es esto lo que queremos para nuestros pueblos? Este problema no es nuevo ni exclusivo de la provincia de Soria, nuestros pueblos están amenazados por múltiples proyectos ganaderos, eólicos, solares… cuyos efectos positivos son más que discutibles. Por esta razón, y porque la solución a este proyecto puede ser clave para el futuro de las zonas rurales de Castilla y León y de España, me dirijo a las Cortes de Castilla y León. En la actualidad, el proyecto está en el trámite de exposición pública y aún estamos a tiempo de pararlo.