Pregunta para Congreso de los diputados

Soy Débora, tengo 31 años y estoy ostomizada. ¿Cuándo habrá más lavabos adaptados para personas ostomizadas?¿Por qué no se contempla el uso de una tarjeta de discapacidad para que las personas con EII puedan entrar al servicio de cualquier establecimiento

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Débora Perez Pregunta de Débora Perez

Soy Débora, tengo 31 años y estoy ostomizada. En septiembre de 2020 mi colon fue sustituido por dos bolsas que han mejorado, en gran medida, mi calidad de vida. Ha sido un camino muy duro que se podría haber acortado si me hubiesen hecho antes una colonoscopia, sin embargo, me siento afortunada al poder volver a hacer mi vida de forma casi “normal”.

Todo empezó cuando era pequeña con una serie de colapsos intestinales que se fueron convirtiendo en recurrentes y que me obligaban a estar en el médico gran parte de mi tiempo. Los sanitarios achacaban estos colapsos al tema de la alimentación y a lo largo de mi infancia y mi adolescencia fueron varias las dietas que tuve (sin gluten, sin lactosa, sin fibra...). La realidad era que mis dolores iban en aumento y que cada vez eran más los síntomas que tenía. 

Tras dar a luz a mi hija con 26 años, empecé a sangrar exageradamente por el recto, y aunque al principio me decían que se trataba de un síntoma común después del parto, con el tiempo se dieron cuenta de que lo que me pasaba no era normal. Por fin, después de estar esperando esta prueba desde pequeña, me hicieron una colonoscopia que no dejó lugar a dudas. Padecía colitis ulcerosa, una Enfermedad Inflamatoria del Intestino (EII) y tenía una úlcera de veinte centímetros en mi colon. 

 

Los corticoides y la medicación biológica no hacían el efecto esperado y conforme pasaba el tiempo los problemas aumentaban. Sentía cansancio, dolor, fatiga crónica, también  sufría anemia, deshidratación… El año pasado me hicieron la segunda colonoscopia y la úlcera había pasado de veinte a cuarenta centímetros, por lo que decidieron que lo mejor era quitarme el colon y ostomizarme. Al principio es una decisión que impacta, pero una vez tienes las bolsas te das cuenta de que la vida va a mejor, aunque los dolores no hayan remitido, ahora ya puedo salir a la calle tranquila (más o menos).

Por desgracia, las instituciones políticas no contemplan los problemas a los que se enfrenta en su día a día una persona ostomizada. Las personas que llevamos bolsas necesitamos vaciarlas en unos lavabos especiales que deben estar un poco más altos que los habituales, porque si no para nosotros es muy difícil llevar a cabo el proceso. En un servicio normal tenemos dos opciones: agacharnos al tamaño del wc (cosa que a muy pocos nos resulta fácil) o vaciar nuestras heces en los lavabos donde el resto de personas se lavan las manos. Ambas opciones me parecen una desconsideración. 

Otra barrera a la que nos enfrentamos a día de hoy es que para entrar al baño de la mayoría de establecimientos se debe pagar una consumición. Esto hace que las personas que padecemos EII tengamos que estar pagando constantemente para atender a las necesidades de nuestro cuerpo. 

Por tanto, mi petición la dirijo al Congreso de los Diputados, porque esta es una situación que afecta a todas las personas ostomizadas en España. ¿Cuándo habrá más lavabos adaptados para personas ostomizadas?¿Por qué no se contempla el uso de una tarjeta de discapacidad para que las personas con EII puedan entrar al servicio de cualquier establecimiento sin tener que pagar?

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