Mi vida son mis tres hijos, unos amores de 16, 10 y 4 años. Los mayores diagnosticados con Trastornos de déficit de atención (TDA), el mediano además con hiperactividad (TDAH) y puede que el pequeño también. Lo que quiere decir que sus comportamientos, derivados de este problema de salud mental, crean estigmas, rechazo y discriminación, sobre todo en el colegio, porque apenas se sabe de su existencia para conocer cómo tratarlo, poder ayudarles a gestionarlo y fomentar su integración.

La falta de visibilidad sobre la diversidad ha provocado que mis hijos sufran bullying, el mayor intentó suicidarse y actualmente acude al hospital de día. Amenazas, miedo y sufrimiento que le mantuvieron encerrado en su habitación sin querer salir de ella hasta que asistió al instituto en otra población.

El temor de que esta situación vuelva a producirse ocurre con el mediano. Mi pequeño de 10 años es un niño inquieto y muy emocional, su actitud no se entiende, genera discriminación, y se le acaba ridiculizado sufriendo también bullying. Lo que está provocando que se vuelva agresivo y no quiera ir al colegio porque le “están molestando”. 

Es por ello, que lanzo esta petición para visibilizar este problema de salud mental, que se entienda y se piense en el para la creación de más plazas con necesidades especiales en los colegios. Una solución en la que llevamos luchando desde hace tres años para que el mediano pueda ir al colegio de su hermano pequeño. Un centro en el que se cuida más la diversidad, pero en el que no quedan plazas aún teniendo la máxima puntuación para su matriculación y que podría mejorar su futuro porque ninguno de los 2 llegaría tarde a clase.

El de 4 años entra a las 9:00 en infantil, y el 10 también, pero en un centro que se encuentra a 30 minutos de casa y al que no puede ir solo si queremos que no llegue tarde. Tiene 10 años sí, pero el TDAH hace que se despiste mucho y pueda tardar hasta 1 hora llegar, si llueve, llegará empapado, y el que se despierte antes no es una opción, porque es tiempo que utiliza para entretenerse aún más. 

¡Necesito ayuda! porque me encuentro sola. Madre soltera sin familia cercana y con una enfermedad pendiente de una incapacidad permanente que me impide trabajar. 

Yo me organizo de la mejor manera posible para ayudarles y que no les falte de nada, pero la vergüenza que tengo de que mis hijos me vean enferma y con depresión han llegado a tal extremo que he querido quitarme la vida para que tuviesen un futuro mejor.

Solo pido un cambio de centro para mi hijo mediano que lo está pasando mal. Le puede ocurrir cualquier cosa caminado solo del colegio a casa. Y me niego que esta situación pueda repetirse con el menor, quien sabe qué algo pasa, y al que los cambios de humor que ve de sus hermanos le ponen muy nervioso.

Escúchenme, si desde la infancia no se enseña a visibilizar la diversidad, estaremos formando a adultos en la discriminación social, jóvenes que entenderán la inclusión ejerciendo maldad.