Kaixo Xavier.  La solución que ha encontrado el Departamento de medio ambiente de la Diputación de Gipuzkoa, va en el camino de evitar que la Diputación quede endeudada. Precisamente por eso se buscan inversores privados. Dados los condicionantes de la ley de estabilidad  financiera y presupuestaria que impone el gobierno central, endeudarse no era una opción, de manera que la colaboración público-privada puede salvar la gestión de un problema que en los últimos cuatro años se ha cronificado. Hemos defendido y defendemos que para homologarnos a los modelos de gestión europeos, es necesario:

-Seguir incrementando los actuales umbrales de recogida selectiva, extendiendo al conjunto de municipios gipuzkoanos el quinto contenedor para la recogida separada de la materia orgánica.
-Dotarnos de infraestructuras para poder hacer una gestión sostenible y sensata de ese esfuerzo ciudadano que representa la separación en origen. Sobre todo necesitamos plantas para la digestión de la materia orgánica, generar gas, y un buen compost.
-Gestionar la fracción resto, no como una basura que haya que enterrar en vertederos que representan modelos caducos y obsoletos, si no como un recurso al que extraer un provecho energético a través de plantas de valorización enerética o incineradoras. 

Con el resultado obtenido en las elecciones municipales y forales por parte de los partidos que defendemos estas soluciones -en buena medida se produjeron como contestación a la nefasta gestión del anterior gobierno foral-, creemos que es el momento de resolver definitivamente este problema.