Mi nombre es Beatriz Ospina o, como me llaman mis pacientes, Doctora Tis y soy pediatra y coach nutricional. El sobrepeso y la obesidad son unos de los problemas más graves a los que me enfrento y, según la última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia realizada en 2015, el índice de obesidad crece cada vez más en los niños del país. Por eso, llevo años luchando por la prohibición de venta de gaseosas en instituciones educativas y la implementación de un etiquetado frontal en los productos que describa la tabla nutricional de los alimentos. 

¿Por qué los niños no deberían consumir gaseosas? La obesidad en aumento en la población infantil viene acompañada de todos sus efectos secundarios desde edades tempranas como enfermedades inflamatorias, diabetes, hipertensión, trastornos de colesterol y triglicéridos, y muchas otras enfermedades. Esta obesidad es mucho más propensa para los niños que consumen gaseosas, pues un vaso de Coca Cola, 7up o Fuze Tea tiene aproximadamente 6 cucharadas de azúcar, por ejemplo. Además las gaseosas tienen muy poco aporte nutricional y están hechas de una cantidad de químicos, al igual que los jugos de caja. Es por esto que debemos fomentar a los niños a tomar agua y solamente un vaso de jugo natural al día.

Hace un par de años yo misma empecé una campaña en mi consultorio para explorar el tema. Le empecé a preguntar a mis pacientes si en sus colegios les vendían gaseosas o si sus almuerzos las incluían y encontré que en muchos colegios sí vendían gaseosas, incluso a los menores de 12 años. Al compartir mis hallazgos por redes sociales, logré que dos colegios pararan de vender gaseosas; sin embargo, la lucha por la prohibición de la venta de gaseosas, al igual que la del etiquetado frontal, no ha sido exitosa a pesar de contar con activistas que abogan por ella en el panorama legislativo desde 2016.

En junio de este año se reglamentó la Resolución 810 del 2021 en donde se establece la necesidad de incluir un sello frontal de advertencia para alertar al consumidor cuando un alimento tiene altos contenidos de sodio, azúcares añadidos y grasa saturada. Sin embargo, el etiquetado es redondo y, por ende, no es tan efectivo como un sello octagonal frontal, según un estudio realizado por la OPS (Organización Panamericana de la Salud) en Jamaica. Además, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo se encuentra en un proceso legal actualmente por el cual piden revocar la resolución al Ministerio de Salud. Según el Colectivo, se trata de una jugada de entorpecimiento legal contra la implementación de la llamada Ley de Comida Chatarra (Ley 2120) que sería aprobada en el último debate que iba a tomar lugar un día después de dicha resolución.

Lo cierto es que no ha habido una acción contundente por parte de los legisladores para reducir los índices de obesidad de la población infantil por medio de acciones que reglamenten el consumo. El Estado todavía no ha hecho nada por prohibir la venta de gaseosas en instituciones educativas, concretar un etiquetado frontal de información alimentaria transparente o imponer impuestos a bebidas azucaradas, a pesar de que en países como México y Chile se han comprobado los impactos positivos en la conducta de los consumidores tras reglamentaciones de esta naturaleza. 

Nosotros, como papás y profesionales de la salud, debemos luchar por la buena nutrición de los niños colombianos, al igual que el Estado debería garantizar su protección. Un primer paso para lograr esto es por medio de una ley que legisle un etiquetado frontal transparente que permita a los padres escoger los alimentos adecuados para sus niños y prohíba la venta de gaseosas a la población infantil en las instituciones educativas.  

Tú también puedes luchar por la adecuada alimentación de los niños colombianos. Firma y difunde esta campaña. Si llegamos a 350 firmas, se presentará la petición a los miembros del Congreso para que nos den una respuesta. ¡Muchas gracias!

Aldeas Infantiles SOS patrocina esta petición. En nuestra organización buscamos fortalecer las capacidades de las familias para la protección, cuidado y crianza de las niñas y los niños y apoyar a los jóvenes que han perdido el cuidado de sus familias y ahora están en proceso de independización para que logren sus metas.