Menstruar implica tener necesidades cíclicas en un mundo lineal, hemos llegado a un punto en el que el dolor y la medicación se han normalizado, debemos de trabajar para que las personas menstruantes no vivan su periodo con dolor. La menstruación no es algo que se puede evitar, es momento de informar, educar y recuperar la sabiduría de nuestras antepasadas para vivir este proceso natural con más profundidad, sentido y coherencia. 

Mi nombre es Amanda y hace cuatro años inicié con mi proyecto “Dona Cura” que en catalán significa “mujer medicina”, hace un tiempo llegaron a mi vida “Luna Roja” y “Mujeres que corren con los lobos”, dos libros que fueron vitales para comenzar a escuchar mi cuerpo e ir acumulando experiencias que me hicieron comprender lo que supone ser cíclica, decidí dar un paso hacia el activismo y compartir el conocimiento que tengo con la intención de que más mujeres menstrúen sin dolor.

Para mi es importante recuperar nuestra conexión con la naturaleza, en Dona Cura realizo formaciones online para las mujeres que quieren resignificar este proceso, también ofrezco el “Bálsamo menstrual: De la luna, al útero” un preparado fitoterapéutico para realizar friegas en el bajo vientre que sirve para disipar las molestias menstruales, además he estado compartiendo los avances de “Sembrando Visiones” una plantación que próximamente abriré al público con el objetivo de que obtengan conocimiento en plantas medicinales y tengan al alcance una herramienta que les permita vincularse con sus raíces. 

A lo largo de mi trayecto me ha quedado claro que la bondad no hace ruido, las redes sociales están llenas de mujeres que difunden los beneficios de las plantas, así como de pedagogas menstruales, también a nivel local hay muchas personas que son activistas y promueven una manera de menstruar que va más allá de los protocolos médicos, sin embargo, no tienen la difusión o el foco que merecen, parece que a los políticos, medios de comunicación o escuelas no les interesa que las mujeres aprendan a gestionar su cuerpo y que despierten su energía. 

Es momento de brindar los conocimientos necesarios y oportunos para que las personas menstruantes descubran el maravilloso mundo de la ciclicidad, debemos de enseñar primero que nada qué es el ciclo, qué es la ruta natural, usar los colegios, las redes sociales o la televisión para compartir información que nos permita conocernos de manera profunda y correcta, es un trabajo en el que debemos de estar incluidas todas y todos, comprender y conocer la menstruación es un acto de empatía, conciencia y evolución.

En días pasados le pregunté a distintas mujeres que trabajan a favor de una menstruación consciente qué puede hacer el gobierno por apoyar a nuestra lucha, estas son las cuatro líneas de acción a las que hemos llegado.

Agravio económico: ¿Por qué pagar un 21% de IVA para productos de higiene menstrual?, queremos que esta pregunta se ponga sobre la mesa y se discuta el bajar ese porcentaje con la intención de acabar con el agravio económico que sufren las mujeres para poder acceder a productos BÁSICOS.

Impacto ambiental: Es necesario crear un dialogo entorno al daño medioambiental que provocan las compresas desechables, nos parece vital que se promueva una menstruación sostenible con alternativas ecológicas, respetuosas con el ambiente y con nuestro propio cuerpo.

Permiso laboral: Una de las preguntas que más nos ha llamado la atención es la de por qué no existen permisos laborales explícitos para la menstruación, en el ayuntamiento de Girona, en Cataluña, se promovió el permiso menstrual recuperable de 8 horas, deben de estructurarse estrategias que permitan hacer esto de forma masiva, es un debate necesario, que por si solo ya está cargado de simbolismo pues visibiliza una necesidad.

Hasta el punto anterior creemos que hemos planteado objetivos debatibles, pertinentes y viables, pero queremos que políticos del Parlamento de Catalunya hagan especial énfasis en esta petición: Por el bienestar de las mujeres es necesario resignificar la menstruación. La comunidad médica debe estar educada sobre tratamientos más naturales y menos invasivos.

Se ha normalizado la medicalización y en la mayoría de las ocasiones no se informa a las pacientes sobre los efectos secundarios de los tratamientos tradicionales, la información y educación a médicos en tratamientos naturales permitirá a las personas menstruantes el acceso a protocolos aptos y saludables para el cuerpo femenino, sabemos que hay recursos para lograr convertir esta propuesta en una realidad, juntas lucharemos por un cambio que beneficie a las generaciones presentes y futuras.