Me llamo Elisabeth Karin, soy ilustradora y superviviente de un trastorno de conducta alimentaria (TCA).Al haber sufrido un TCA en primera persona, soy consciente de la falta de información que hay sobre estos trastornos. 

Durante mi enfermedad, me hubiese ayudado mucho tener un libro o novela gráfica que explicara los TCA de una forma clara y directa para así entender mejor lo que me pasaba y que la gente de mi entorno lo entendiera también. De este pensamiento nació mi proyecto ‘Comiendo con Miedo’.

El principal objetivo de ‘Comiendo con Miedo’ es informar, concienciar y divulgar sobre los TCA a través de la ilustración y el cómic. En concreto, tiene tres salidas: La novela gráfica, (se publicará a principios de 2022 con Norma Editorial) donde cuento mi experiencia con la anorexia, para dar a conocer cómo funcionan este tipo de trastornos en primera persona; divulgar sobre los TCA de una forma sana a través de la cuenta de Instagram @comiendoconmiedo (y atacando parte del problema desde dentro en una red que fomenta estos trastornos); y finalmente, dar charlas y talleres en escuelas y centros de salud para prevenir e inspirar a personas que lo necesiten.

Hoy en día, la sociedad sigue promoviendo este tipo de enfermedades cada vez más. Es un problema que cada vez afecta a más personas, a niveles crónicos e incluso mortales, y no se le da la importancia que se debería. Creo que habría que destinar más recursos a educar y a tratamientos accesibles y efectivos.

Por un lado, el tratamiento que se recibe actualmente está, en la mayoría de los casos, muy centrado en lo físico, muchas veces deshumanizando a las personas. Y nos debemos olvidar que se trata de una enfermedad mental. Creo que habría que implementar más terapia y tratar de una forma más eficaz la parte psicológica. 

Por otro lado, deberían implementarse medidas para prevenir este tipo de enfermedades, como por ejemplo charlas. Al fin y al cabo, esto es algo que afecta cada vez más a gente más y más joven, por lo que es importante dar a conocer las consecuencias. De pequeños nos enseñan que las drogas son peligrosas, ¿Verdad? ¿Por qué no advertimos también sobre el peligro de las dietas o de la cultura de la delgadez en la que vivimos? Partiendo de esto, conociendo las consecuencias de los TCA, habría que cambiar y concienciar sobre la problemática de la cultura de la dieta y de la delgadez en la que vivimos.

Creo que también es importante implementar medidas a profesores y padres, para que puedan detectar los casos lo antes posible y poder evitar casos o empezar tratamientos cuanto antes.

Es decir, informar y educar sobre la problemática para dejar que sea un tabú y que se pueda hablar abiertamente sobre ello sin que suponga vergüenza o incomprensión.

Los TCA no son un capricho o algo que haya que tomar a la ligera. Pueden afectar a cualquier persona, no importa la edad, género ni cuerpo. Son trastornos que van mucho más allá de la comida, ya que esto es sólo la punta del iceberg. Es importante pedir ayuda y cuidad y arreglar todo lo que hay abajo. Y, por supuesto, es una enfermedad de la que se puede salir ¡no hay que perder la esperanza! Por todo ello me dirijo a los miembros de la Asamblea de Madrid para que sean conocedores de la situación y tomen medidas al respecto.