Porque no quieren admitir la realidad, y así nos va
Es un problema habitual de la izquierda: se niegan a admitir la realidad, prefieren refugiarse en sus dogmatismos y sus postureos. El tranvía, como el conjunto del transporte, es una cuestión que debe abordarse desde una perspectiva técnica, analizando si es viable y sostenible. Y la realidad dice que actualmente es un tipo de transporte que la ciudad no puede financiar y que es preferible destinar los escasos recursos disponibles a mejorar el autobús, que es el medio que utiliza el 80% de los ciudadanos diariamente y ha sido abandonado a su suerte para pagar la línea 1 que, efectivamente, salió carísima. Sin embargo, la izquierda en general se empeña en ideologizar este debate y convertir el tranvía en una de sus banderas políticas. Es absurdo, los medios de transporte no tienen ideología, lo importante es analizar su idoneidad con parámetros técnicos y económicos.
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Batu zaitez Osoigora