Pregunta para Parlamento de Canarias
¿Cuándo van a ofrecer más apoyo logístico, psicológico y emocional a las familias de la Unidad de Neonatos del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria, especialmente las que viven fuera de la isla?
Me llamo Emilia, soy de Tenerife y tengo tres hijos. Mi hija pequeña, Elena, nació el 18 de marzo de 2018 después de un embarazo perfecto y un parto mamífero, como a mí me gusta llamarlo, sin ninguna complicación. Fue al cabo de 24 horas que empecé a ver que se cansaba mucho cuando le daba el pecho.
Le empezaron a hacer varias pruebas para examinarla y ver qué le podía pasar. Finalmente el cardiólogo pediátrico nos confirmó que Elena había nacido con una cardiopatía congénita y que había que operarla. Fue un golpe muy duro para mí, pero en el momento una solo se centra en que su hijo esté bien.
Como en Tenerife no hay una unidad donde pudieran operarla, tuvimos que volar hasta Gran Canaria para ingresarla en el Hospital Materno Infantil de allí, hacerle un seguimiento y esperar a que creciera lo suficiente para que la operaran a corazón abierto. Fueron días interminables, con mucha incertidumbre, ya que no nos podían decir cuándo sería la cirugía, solo podíamos esperar.
Después de un mes y medio, Elena estuvo seis horas en quirófano. Por suerte, la cirugía fue muy bien y al cabo de dos días le dieron el alta. A día de hoy, Elena tiene casi tres años y no ha tenido ningún tipo de problema. Por eso siempre estaré agradecida por todo lo que hicieron los profesionales médicos, tanto los de Gran Canaria, por la cirugía tan complicada que llevaron a cabo con éxito, como los de Tenerife, por hacer un diagnóstico tan precoz y acertado.
Sin embargo, sí eché en falta más apoyo por parte del hospital tanto a nivel logístico como emocional y psicológico. No es fácil estar un mes y medio en un lugar donde no vives, con la angustia de tener un hijo recién nacido ingresado y el cuerpo recuperándose de un parto, y haciendo desplazamientos cada día para pasar el día entero en el hospital.
En nuestro caso, tuvimos bastante suerte porque los primeros días estuvimos en casa de un familiar y luego estuvimos en el estudio de una amiga nuestra. Por desgracia, en la Unidad de Neonatos conocimos a familias que no podían pagarse un hotel y esperar un mes para que les devolvieran el dinero. Tenían que buscar alojamiento mucho más lejos y hacer trayectos de dos horas con la guagua cada día para llegar al hospital.
Como decía antes, fue un período muy duro para mí, pasando 10 horas en el hospital, sacándome leche sin poder dar el pecho a mi hija, teniendo que cambiarme y asearme en los baños del hospital… En el momento solo pensaba en cuidar de Elena, pero a la larga es algo que deja secuelas. De hecho, más tarde fui a una psicóloga y me di cuenta de que tenía estrés postraumático.
Este tipo de experiencias pueden afectar mucho a nuestra salud mental sin que nos demos cuenta y, por desgracia, muchas personas no pueden acudir a un psicólogo por falta de recursos. Por eso me parece indispensable que, en esos momentos tan duros, desde la Unidad Neonatal ofrezcan un acompañamiento emocional para sobrellevar estas situaciones de la mejor manera posible.
Es por todo esto que quiero dirigirme a los miembros del Parlamento de Canarias, ya que soy de las Islas Canarias y son mis representantes en dicha cámara, para que desde el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria se ofrezca más apoyo a nivel logístico, psicológico y emocional para las familias de bebés ingresados en la Unidad de Neonatos.
Nunca podré agradecer lo suficiente toda la ayuda que nos dieron nuestros amigos y familiares, desde cuidar de nuestros hijos en Tenerife hasta darnos alojamiento en Gran Canaria. Por eso espero que esta iniciativa sirva para concienciar a los políticos, pero sobre todo para movilizar a la ciudadanía y que ayude a las personas que se encuentran en estas situaciones. Cualquier gesto, por pequeño que sea, puede ser de gran ayuda para ellas.