Contáis con mi compromiso, desde mi responsabilidad política, para facilitaros los cauces diplomáticos y las gestiones necesarias a fin de conseguir vuestro objetivo
Estimada Mar.
Antes de nada, quiero enviaros toda mi solidaridad y todo mi apoyo. Indudablemente contáis con mi compromiso, desde mi responsabilidad política, para facilitaros los cauces diplomáticos y las gestiones necesarias a fin de conseguir vuestro objetivo, que, desde este mismo momento, es también el mío.
La respuesta social ante hechos simulares no puede esperar. Contad con nuestro trabajo y nuestra voz en las instituciones para hacerlo posible. Una fectuoso abrazo.
Partekatu
Nuestra hija Maider tuvo una relación tumultuosa con Mohamed El Habib Cherifi desde el principio. Gritos, control, prohibiciones. La situación se agravó aún más cuando se quedó embarazada. Las agresiones comenzaron. Aun así, en esa difícil situación, la vida se abrió paso y la pequeña Amira nació en Vitoria en diciembre de 2017. Nuestra hija Maider estaba feliz por tener a su hija en brazos, por ser mamá.
Esta felicidad no duró mucho. Al cabo de cinco meses, el padre planeó un viaje a su país, a Argelia, en concreto a la ciudad de Orán. “El maldito viaje”. Nunca se nos olvidarán las fechas, salieron el 1 de mayo hacia Argelia y el 3 de mayo Maider nos llamó llorando. Llorando, porque le estaba pegando, agrediendo. Esa misma noche, su pareja le obligó a hacer las maletas y la llevó al aeropuerto. Maider no se pudo despedir de Amira, no la pudo ni ver. Desde entonces, Amira no ha podido volver a Vitoria.
Cherifi, la ex pareja de Maider, volvió a Vitoria. Solo, sin la niña. En Vitoria, el Juzgado de Violencia de Género dictó: orden de alejamiento, prohibición de sacar a la menor de territorio nacional y retirada de pasaporte. No cumplió ninguna y en septiembre se le retiró la patria potestad.
Mientras tanto, él seguía aquí, y la justicia argelina consideró que el padre había abandonado a nuestra pequeña Amira. La niña entró en un Centro Social, sin darle ninguna alternativa a Maider, a su madre. Maider tenía que declarar ante el Juzgado de Menores en Orán, para solicitar judicialmente la custodia de la pequeña en Argelia. Fuimos con ella hasta París y desde allí siguió ella sola. Era época de pandemia y solo podía entrar ella. Tras su declaración de 2 horas y media, teniendo que estar en la misma sala su agresor, le dijeron a su abogada que tenían que esperar a poder dilucidar en favor de uno u otro. Seis meses tuvo que estar allí esperando a la sentencia. Durante los juicios Cherifi siguió manteniendo que nuestra hija Maider, abandonó a su hija. El 14 de marzo se pronunció el juzgado argelino: Amira volvería con su padre.
¿Por qué? La primera vez que salieron de Vitoria, el padre de la niña utilizó el pasaporte argelino. Además, Amira tiene el primer apellido argelino. Según los juzgados, Amira, es argelina. El argumento que utilizan es el arraigo cultural. Dicen allí que Amira sabe árabe y no se puede comunicar con su madre. No cabe apelación, no hay recurso que valga.
La decisión se tomó tras pedir informes psicosociales de Maider y de otros informes de Violencia Género. Tanto el Fiscal como el Juez de Menores en Orán, estaban a favor de Maider, no entendemos por qué todo se torció. Incluso, en febrero de 2021 se dictó Orden Europea de Detención contra Cherifi. Al padre de Amira se le acusa, de ser presunto responsable de una organización criminal que habría cometido -entre otros delitos- agresión sexual con arma, detención ilegal, extorsión y robo con violencia en territorio europeo.
Esto es una injusticia. No es seguro que nuestra pequeña nieta Amira esté viviendo con su padre maltratador. Además, Amira fue diagnosticada a los dos meses de un soplo al corazón, y no ha podido seguir sus controles con la cardióloga de pediatría. Necesitamos ayuda. Nuestra hija está condenada a no ver a su pequeña. Su maltratador no le ha dejado ser madre. Nos dirigimos al Parlamento Vasco para solicitar que se ofrezca protección a mi nieta y a mi hija, ambas de Vitoria, y que desde nuestra comunidad se trate su caso y se ofrezca una solución al respecto.
Batu zaitez Osoigora