Pregunta para Parlamento de Canarias

Los socorristas de las Islas Canarias nos encontramos ante unas condiciones laborales pésimas y sin un convenio que garantice nuestros derechos. ¿Cuándo van a mejorar nuestras condiciones?

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Somos el equipo de Salvamento y Socorrismo de las Islas Canarias. Con esta campaña, al igual que venimos haciendo desde hace mucho tiempo a través de redes sociales y medios de comunicación, queremos denunciar las pésimas condiciones laborales y precariedad en la que se encuentra sumido nuestro sector.

Como equipo, cubrimos presencialmente varias playas, algunas de hasta 3km, así como damos cobertura por activación del 112, a toda la costa de nuestros municipios. Además, en colaboración con Salvamento Marítimo, realizamos la recepción y atención sanitaria en mar abierto, de multitud de pateras y cayucos. Para todo este territorio y responsabilidades solo somos entre 16 y 18 socorristas cada día, cubriendo la totalidad de los puestos. 
 

A pesar de que aun así realizamos un trabajo impecable y eficaz y que el socorrismo es una vocación para todos nosotros, esto no quiere decir que no tengamos límites. El ser efectivos no justifica un ahorro de recursos humanos o materiales. No es lógico, que una playa como Maspalomas, en la que pasan más de 3 millones de personas al año solo la cubran 3 socorristas y un patrón, tocando a más de 3 mil personas por socorrista al día, algo inasumible. Por esta falta de personal, soportamos una carga laboral extrema, la cual provoca que muchos profesionales abandonen este sector por su precariedad. Y que otros, por vocación, resistan con expectativas de mejora, llegando a padecer depresiones y crisis de ansiedad constantes.

Junto a esta falta de personal es necesario destacar los salarios, que no superan los 1200 euros (con pagas incluidas) dejando, debido al encarecimiento de las islas por el turismo, la gentrificación y la especulación inmobiliaria, entre otras, a muchos de nosotros en situaciones de gran vulnerabilidad económica y social. 

Por otro lado, las condiciones materiales también son deplorables. Hablamos de puestos en un estado avanzado de deterioro, torretas inestables e inseguras, infraestructuras altamente oxidadas y desgastadas, en las que las inclemencias del tiempo nos azotan. Por no mencionar que comemos entre ratas, cucarachas y otras plagas, así como al lado de las garrafas de combustible y sus gases. 

Ante estas pésimas condiciones sigue sin existir en España un convenio que regule el socorrismo, sus derechos y sus deberes.  Lo que provoca toda una cadena de precariedades, para con esta profesión. 

Tenemos las vidas de multitud de personas constantemente en nuestras manos, quienes son los verdaderos protagonistas de todas nuestras intervenciones. Se trata de una gran responsabilidad, muy poco valorada. Todo el mundo quiere que sus hijos o familiares se sientan seguros cuando van a la playa. Pero, ¿qué precio tiene el sentirse a salvo? ¿Qué precio tienen las vidas de los que disfrutan un día de playa?

Pedimos, por favor, que de una vez por todas nos escuchen, que las instituciones dejen de pasarse la pelota de un tejado a otro y tomen medidas para solucionar la precariedad que tanto define a este sector. Es necesario para poder prestar un servicio de calidad. Y que reconozcan de una vez, que somos profesionales que trabajamos en este sector 365 días al año, no somos jóvenes con un trabajo de verano. 

Gracias a tod@s por darnos voz y dar toda la fuerza, el apoyo y la constancia a nuestros compañeros en la lucha por el futuro de este sector, fuerza a las canteras, fuerza a Fuerteventura y fuerza a todas las islas Canarias. 

Los socorristas estamos con el agua al cuello, pero seguiremos dando la vida para que otros puedan disfrutar la suya.

Pedimos desde aquí el máximo apoyo a esta campaña. ¡Junt@s podemos!

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