Pregunta para Asamblea de Madrid
Tengo 31 años y sufro de endometriosis. ¿Cuándo vamos a romper los tabúes que giran en torno a la regla y a ofrecer una educación menstrual? ¡Es necesario hablar de las enfermedades que nos afectan a las mujeres!
Hola, me llamo Evangelina y escribo este texto para dar visibilidad a la importancia de no normalizar los dolores de la regla. Hablo desde la experiencia, ya que mi primer episodio con unos dolores insoportables lo tuve a los 17 años y, a día de hoy, con 31 años estoy diagnosticada de endometriosis.
Ahora que la nueva ley que incluye la baja menstrual ha puesto nuestros dolores de regla en el punto de mira, me gustaría reivindicar la necesidad de dejar de normalizarlos. La baja laboral por menstruaciones dolorosas es un gran avance para las mujeres a las que nos incapacita la regla, no obstante, no deja de ser una tirita más encima de una herida cuya única cura es la investigación.
Investigar es fundamental para conseguir un tratamiento específico para las menstruaciones dolorosas. Hasta ahora se nos recetan antiinflamatorios (ibuprofeno, enantyum, nolotil, etc..) o, como en mi caso, píldoras anticonceptivas, que reducen los síntomas pero no acaban con ellos. Tampoco me parece una solución adecuada. No es normal que las pastillas anticonceptivas se receten en España como si fueran caramelos, cuando realmente son una bomba para el cuerpo de la mujer.
Aun así, la base de todo esto radica en la educación. Si se introdujese una educación menstrual, las personas (tanto mujeres como hombres) desde la adolescencia tendrían conocimiento de cómo puede afectar la regla a las mujeres y se romperían los tabúes que llevamos arrastrando desde siempre.
¿Tiene que ver que las enfermedades como la endometriosis no estén investigadas porque solo les ocurren a mujeres? Totalmente. Hasta hace 50 años aproximadamente los análisis y estudios clínicos estaban basados en el cuerpo del hombre y los resultados y avances se aplicaban también a las mujeres. Esto provoca un gran desconocimiento actual, en el ámbito social, pero también en el médico, de estas patologías.
Este desconocimiento lo sufrimos las mujeres, que además de no contar con un tratamiento específico y una cura, tenemos que lidiar con la desinformación y el juicio social cada vez que manifestamos el dolor.
¡BASTA YA DE NORMALIZAR LAS MENSTRUACIONES DOLOROSAS!