Pregunta para Asamblea de Madrid

¡Necesitamos que Sanidad invierta mucho más dinero en recursos y en profesionales. No podemos permitir que poco a poco nos ‘obliguen’ a acudir a la Sanidad Privada con la excusa de que la Seguridad Social está abarrotada. Queremos soluciones ya!

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Fátima Molina Pregunta de Fátima Molina

Hola. Me llamo Fátima Molina, tengo 35 años y soy auxiliar de enfermería

Yo empecé a trabajar en el País Vasco –de donde soy- en el 2011. En 2014 vi la oportunidad de irme a trabajar a Madrid y comenzar a desarrollar la profesión que me apasionaba, auxiliar de enfermería. 

Cuando llegué a Madrid estuve trabajando con gente mayor y personas con diferentes enfermedades, pero, de repente, me vi en una situación en la que el compañerismo era nulo, había falta de material, falta de comprensión por parte de mis compañeros y superiores, etc. Por ejemplo, pedía ayuda para mover a una persona grande y me decían: “No, no, yo estoy a lo mío. Ponte tú a lo tuyo”. Lo que no sabía es que en una de esas maniobras con personas grandes mi espalda se resintió y me hice mucho daño. 

En 2015 fue cuando tuve este problema con la espalda y, a partir de ahí, me comenzaron los dolores. En 2016 fui a un centro, donde me trataron muy bien. Era un convento de monjas con una empresa contratada. Una de las monjas que trabajaba allí, me llevó al hospital y allí me confirmaron que tenía hernia lumbar. 

En 2016, después del diagnóstico, comenzó mi pesadilla. Tenía muchos dolores, parestesias en las piernas, nadie me hacia caso, etc. Los médicos me mandaban medicación, reposo y rehabilitación, pero nada me funcionaba. 

Posteriormente, tuve 2 hijos y, además de cuidarlos, tenía que estar muy pendiente de mis dolores constantes, porque nunca me llegaron a desaparecer. De hecho, desde 2016 hasta 2023 he estado en urgencias en varias ocasiones con bombas de analgesia, pero sin mejora. Me daban el alta y me mandaban para casa con pastillas.

En 2021 me citaron en la Unidad del Dolor. Allí me dieron de nuevo muchas pastillas para que me las tomase y decidieron hacerme una infiltración por el coxis, que me dejó con mucho más dolor, sin fuerzas, etc. Todo horrible. Además, tuve depresión al sentirme mal conmigo misma. No podía hacer lo que yo quería, tenía 2 niños y me sentía ‘inútil’. 

A la semana de la infiltración, llame al centro para decirles que tenía fiebre y que mi dolor había aumentado mucho. Su respuesta fue: “Tienes que aguantar. Ya te llamarán mis compañeros”. Pero todavía no me han llamado. 

Ante esto, y después de ver que la Seguridad Social no hacía nada por mí, decidí acudir a la Sanidad Privada. Menos mal que mi marido tenía un seguro que, aunque al principio no me cubría la hernia lumbar, finalmente hubo cambios en la compañía y sí pudieron tratarme. 

La solución fue operarme. Este año ya me han operado de la hernia y lo que me dijeron los profesionales sanitarios fue que al abrirme, encontraron mucha afectación neuronal muscular nervioso, que me podría haber dejado en silla de ruedas. 

Esto debe cambiar en nuestros sistema sanitario. Hay muchas personas que no tienen seguro privado y solo pueden acudir a la Seguridad Social. Yo pedí la cita en la Sanidad Pública en septiembre del 2022 y no me dan cita hasta 2024. Surrealista. 

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición a la Asamblea de Madrid para que haya más visibilidad para los casos como el mío. 

Necesitamos que los médicos empaticen más con los pacientes y que hagan las pruebas pertinentes para que a nadie más le ocurra lo que me ha pasado a mí. 

De igual forma, necesitamos que se reduzcan las listas de espera a través de la Seguridad Social; que cuando llamemos por teléfono, nos atiendan; Y que no sea tan difícil hablar con un profesional, puesto que hay veces en las que el dolor y la desesperación son horribles.

También necesitamos que haya apoyo psicológico para los pacientes. Yo tengo conocimientos con respecto a los diferentes procesos, porque he estudiado para ser auxiliar de enfermería, pero hay mucha gente que no sabría ni siquiera qué hacer ni a quién dirigirse. 

Yo he tenido mucho dolor, muchos días en los que no me podía levantar de la cama. Muchos días me sentía una ‘mierda’ y nunca nadie me ha ofrecido ayuda psicológica para poder mitigar esa parte de mí. Ellos solo me decían que ‘aguantara’. Esto no es una buena praxis, por lo que queremos que, dentro del sistema, no sea todo protocolario, puesto que los plazos se alargan muchísimo hasta encontrar una mejoría. 

Además, queremos que haya un sistema sanitario centralizado para que, cada vez que vayamos a una consulta diferente, no tengamos que empezar a contar nuestra historia desde cero. Y, por supuesto, que el tiempo de las consultas sea más extenso para sentirnos bien atendidos.

Por último, y muy importante, queremos que haya diferentes ayudas para las personas que tenemos situaciones complicadas, pero que no tenemos discapacidad reconocida. Hay veces en las que, sin tener un porcentaje alto de incapacidad, también necesitamos ayuda en el hogar porque no podemos ni levantarnos de la cama. Por eso, es muy importante que el Tribunal Médico valore a cada persona y afección de manera totalmente individualizada y que no tarden meses o años en dar dicha valoración. 

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