Hoy en día somos muchos los jóvenes que sufrimos algún tipo de “Cáncer Adolescente”. Ya sea Leucemia, Cáncer de Mama, Cáncer de Ovario, etc.

Somos dos adolescentes de Sevilla diagnosticadas de Cáncer. Ambas hemos sido tratadas en el Hospital de Virgen del Rocío.

Mi nombre es Fátima y me diagnosticaron Cáncer de Mama a los 22 años. De la noche a la mañana me vi inmersa en un mundo desconocido, con un pavor interno abrumador. Tras unas semanas de tratamiento para la congelación de óvulos tocaba el paso más difícil, ocho sesiones de quimioterapia. Actualmente sigo en la lucha por superar el cáncer.

Mi nombre es Laura y me diagnosticaron Cáncer de Ovario a los 18 años. En mi caso fue diagnosticado de urgencia, teniendo que estar 18 días ingresada en el hospital, entre pruebas e intervenciones. Después de todo, para mí también llegó el momento de las seis sesiones de quimioterapia. Actualmente hace un año y medio que superé el cáncer.

A pesar de lo que solemos escuchar a diario en cuanto a este tipo de tratamientos, una vez que entras en la sala te deshaces de todas esas ideas. Encuentras a personas enfermas con diferente estado de ánimo, unos muestran su sonrisa y otros, sin embargo, su tristeza. Lo que sí impacta un poco es ver que estás rodeada de pacientes que, como mínimo, te sacan 20 años.

Echamos de menos poder entrar y sentirnos “como en casa”, echamos de menos tener un lugar en el que compartir charlas, aficiones, risas e incluso llantos.

Es cierto que se puede hacer igualmente con pacientes de una edad más avanzada, pero, también es cierto que no se tiene el mismo punto de vista.

Con todo esto, queremos dar a entender que es una NECESIDAD que los adolescentes de hoy en día podamos tener un sitio al que llamar NUESTRO, un sitio donde poder ayudarnos los unos a los otros, psicológicamente hablando, a pasar este paréntesis que ha llegado a nuestra vida lo más confortable y ameno posible.