Pregunta para Congreso de la República de Colombia
Trabajamos para garantizar el acceso a los servicios de salud a los que tienen derecho los Colombianos. ¿Cuándo se exigirá a las EPS un espacio de comunicación directa con las personas que no tienen acceso a las nuevas tecnologías?
Hola, soy Francia Giraldo, técnica profesional en enfermería y creadora y representante legal de la Fundación Defiende tus Derechos. Nos dedicamos a ayudar a los pacientes del sistema de salud de Colombia para que sus derechos sean garantizados y reciban la atención debida.
Durante 10 años trabajé para la EPS Coosalud, en Cali, a la que debo gran parte de mi conocimiento. Allí cumplí labores en varias áreas, entre ellas la de Atención al Usuario. Eso me permitió conocer a muchas personas y entender cómo funcionan las empresas prestadoras de salud por dentro. En 2017, la EPS decidió prescindir de mis servicios. Sin embargo, las personas me seguían buscando para pedirme ayuda. Yo acudía a mis amigos, a mis contactos y a mis conocidos para tratar de encontrar soluciones a los problemas que la gente me compartía, y en espacio de dos años me di cuenta de que muchas personas dependían de mí. Entonces supe que tendría que hacer algo más, porque de otra forma iba a tener que decirles que no podría continuar ayudándolas.
En 2019 creé un perfil en Twitter y desde ahí comencé a tramitar las solicitudes que me presentaban los usuarios. Empecé a obtener respuestas de las diferentes EPS y de las Secretarías, Personerías, Veedurías y de la Superintendencia Nacional de Salud. Cada entidad siempre ha estado presta a colaborar con cada caso, y las respuestas que daban se convertían en soluciones a casos muy importantes y difíciles, de personas que llevaban hasta cuatro años sin poder resolver una situación. De esa manera me convertí en un puente entre la ciudadanía y las EPS, que siguen en contacto con nosotros tras el primer acercamiento. Así, la fundación, que ya tenía un nombre desde hacía algún tiempo, fue constituida formalmente hace tres meses.
Yo debo todo mi conocimiento a los 10 años que trabajé en Coosalud EPS. Por eso, si a un usuario le están vulnerando sus derechos, sé a quién dirigirme. Yo puedo reconocer, sin entrar en muchos detalles, cuál es el problema que tiene cada persona que acude a mí, y ya conozco el camino para encontrar una posible solución. Antes lo hacía sola, pero ahora tengo un grupo de aliados, en el que hay un abogado y un médico, que me asesora sobre cómo proceder con cada usuario. En este momento, la Fundación está conformada por 15 personas de mi entera confianza; cada una de ellas tiene una función específica. Teniendo en cuenta que la que tiene el conocimiento para abordar los casos soy yo, continúo haciendo seguimiento a mis casos y tratando de aportar mi conocimiento a los demás miembros para poder repartir cargas. De momento no podría decir un número exacto de personas a las que hemos ayudado, porque son muchísimas. Diría que son más de 100.
Entre los tantos problemas que yo he identificado en el sistema de salud, creo que hay uno muy urgente y es que las EPS deben mejorar la comunicación que tienen con los usuarios. A raíz de la pandemia, toda la ciudadanía se digitalizó de manera muy rápida. Pasamos de lo tangible a lo intangible. Entonces si una persona va a una EPS a preguntar o pedir algo y le dicen que envíe su solicitud a un correo electrónico, no va a saber qué hacer. Hay quienes no saben manejar un teléfono celular, gente de 40 años que no tiene idea de qué es un correo. Las personas quedaron a la deriva, sin saber qué hacer, y por eso a nosotros se nos han aumentado tanto los casos. Las EPS deberían disponer de un espacio para que quienes no conocen las nuevas tecnologías o no pueden acceder a ellas, tengan la posibilidad de hacer sus trámites en persona y obtener soluciones. Porque si las EPS dejan a los pacientes a su suerte, va a haber muchos casos como uno que conozco de una paciente de Buenaventura, con un astrocitoma anaplásico, que debe recibir su tratamiento de manera ininterrumpida, pero su EPS, durante este año, sólo le ha suministrado dos quimioterapias debido a problemas administrativos de la entidad. En situaciones así, los únicos afectados son los usuarios.
Por eso quiero lanzar esta campaña: para pedir a las autoridades de Salud del país y al Congreso de la República que exijan a las EPS un canal paralelo a las vías digitales para facilitar el acceso a los servicios de salud a las personas que no manejan las nuevas tecnologías. Si las EPS siguen, como lo hacen muchas hoy en día, informando sólo a través de sus páginas de internet, habrá gente a la que jamás le va a llegar el mensaje. Y ese mensaje puede definir la vida de un paciente. Entre todos podemos ayudar a hacer más visible esta petición: si recolectamos 350 firmas, esta campaña será presentada a los congresistas para que la respondan en la página de Osoigo. ¿Te unes con tu firma? Basta un minuto para hacerlo. Y después, ayúdame a difundir este testimonio con todos los contactos de WhatsApp y redes sociales que sea posible. Pongamos cada uno nuestro granito de arena para hacer más digno el sistema de salud de Colombia. ¡Mil gracias!