Hola, 

Me llamo Paqui, tengo 56 años, y hace ya algunos años que superé un cáncer en un estadio muy precoz, por lo que siempre lo denominé ‘bichito’. Todo empezó cuando, a mis 41 años, empecé a tener hemorragias, y posteriormente algunas alteraciones que parecían indicar que estábamos ante un caso de menopausia precoz. Pero al cabo de los meses las hemorragias regresaron. ¿Qué estaba ocurriendo? 

Los médicos no sabían darme respuesta, ni mi ginecólogo privado, ni los profesionales de la seguridad social daban con lo que me estaba ocurriendo. Y así, entre diagnósticos inexactos, me encontré un día con una amiga que se preocupó por mí: “No es normal lo que te ocurre, acude a este médico, es mi ginecólogo”, me dijo. Bendito el día que me dio el nombre de aquel doctor. Acudí a su consulta, y el primer día me hizo un micro legrado para ver qué estaba ocurriendo. Detectó que las paredes de mi útero estaban bastante engrosadas y había células inespecíficas con las que había que acabar pronto. Entre tanto, por aquel entonces en la seguridad social me había detectado un pólipo. 

Comencé entonces un periodo en el que pasaría por tres intervenciones, y sería el fin de algo que podría haber ido a más si no hubiese acudido a aquel médico. Me quitaron el pólipo, y varios pólipos adicionales que detectaron más tarde, me tiré un año y medio a medio camino entre el hospital y entre intervenciones, pero pusimos fin a la enfermedad. 

Yo puedo afirmar tranquilamente que gracias a toparme con mi amiga y dar con ese médico estoy viva. Trató mi caso de manera impecable, como profesional era sinónimo de la más pura sensibilidad, pero qué explícito al mismo tiempo, además. Hablaba del cáncer sin utilizar la propia palabra cáncer y, por todo ello, le debo la vida hoy. ¿Por qué os cuento esto? Porque, desde aquí, me gustaría hacer un llamamiento a las instituciones para que la detección precoz del cáncer sea un proceso real, coordinado y secundado por todos los profesionales médicos. 

Hay profesionales sanitarios que están hartos de toparse contra paredes continuamente, y de no poder desempeñar su profesión de forma adecuada por la falta de recursos o de protocolos coordinados. Se necesitan, por tanto, verdaderas campañas de detección precoz, que los sanitarios se conciencien y coordinen los protocolos y, por último, que no se deje de lado en ningún momento la investigación. Políticos de la Asamblea de Madrid, que sois mis representantes autonómicos: ¿Cuándo se lanzarán verdaderas campañas de detección precoz del cáncer?