Pregunta para Cámara de Diputadas y Diputados de Chile
Necesitamos políticas públicas orientadas a mejorar la Eficiencia Térmica de las viviendas para ahorrar energía, cuidar el medio ambiente y la salud de las personas
Somos Fundación Energía para Todos, nacimos el 2016 con el objetivo de lograr un impacto social sostenible a nivel local para superar la pobreza energética y generar acciones frente al cambio climático.
Gracias al programa Comuna Energética del Ministerio de Energía y la Agencia de Sostenibilidad Energética, que promueve el Desarrollo Energético Local Sostenible a través la gestión municipal, estamos trabajando en cinco regiones del país, analizando el escenario energético, estimando el potencial de Energías Renovables y Eficiencia Energética que se pueden aprovechar en los distintos territorios, e involucrando activamente a la comunidad. (Revista Planeo)
Por ejemplo, con el proyecto “Mejoramiento de la Eficiencia Térmica Residencial en Dalcahue”, buscamos reducir el excesivo consumo de leña -y otros combustibles- a través de la aislación térmica en el hogar, reacondicionando la techumbre, sellando infiltraciones de aire en puertas y ventanas, y capacitando a los habitantes para hacer uso eficiente y responsable de la energía, de esta forma logramos reducir el consumo de combustible hasta en un 45% por hogar, lo que genera beneficios, tanto para el medioambiente, como para la salud y el bolsillo de las personas.
Conforme al Censo 2017 elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), existen casi 6,5 millones de viviendas en el país; 2 de cada 3, no poseen ninguna medida de aislación térmica, por lo que el calor generado se pierde con mucha facilidad (a través del techo, piso, ventanas, puertas e infiltraciones de aire), generando un gasto energético y económico excesivo.
Según el Informe Final de Usos de la Energía de los Hogares en Chile de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), el 53% del consumo total de energía en una vivienda se destina a calefacción. Esta situación cambia naturalmente en el sur, donde la calefacción representa más del 80% del consumo energético final de los hogares. (Columna de Opinión, El Desconcierto)
El uso indiscriminado de leña húmeda es uno de los principales factores que mantienen en riesgo a la población, ya que, tal como lo revela el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, en su publicación El aire que respiramos, la contaminación atmosférica por Material Particulado 2,5, pequeñas partículas que quedan suspendidas en el aire, e ingresan directamente a nuestros pulmones y torrente sanguíneo, causa cerca de 3.000 hospitalizaciones, y alrededor de 4.500 muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares y respiratorias al año.
Como país, tenemos una política ambiental de calidad del aire, compromisos internacionales respecto a la carbono neutralidad, medidas para enfrentar el Cambio Climático y disminuir la generación de Gases de Efecto Invernadero, sin embargo, recién en el año 2000 se empezaron a implementar medidas de aislación térmica en la construcción de viviendas, y desde el 2007 no se actualiza esta reglamentación.
La actual Constitución no contempla el Derecho a la Vivienda, por lo que nuestras Políticas Públicas no dan el ancho en esta materia. Es urgente y primordial enfocarse en las más de 80 mil familias que hoy, según Techo, viven en campamentos, junto con las más de 500 mil que viven de allegadas y en condiciones de hacinamiento. Pero, también sabemos, que gran parte del parque habitacional actual, no responde a las necesidades básicas de una Vivienda Adecuada que entregue dignidad a quien la habita. Estamos al debe en cuanto a viviendas que garanticen calidad térmica, y por ende, mejoren nuestra calidad de vida, mientras ahorramos dinero y descontaminamos nuestras ciudades. (Columna de Opinión, El Desconcierto)
Te invitamos a visibilizar este tema. Con tu apoyo recibiremos una respuesta de las autoridades en esta misma web.