Hola, soy Cristóbal Meriño, fundador de la Fundación Realim, cuya misión es recolectar desechos orgánicos de distintas comunas del país para trasladarlos a zonas de sequías y así alimentar a animales. 

Esta iniciativa surge en 2019, cuando tuve la oportunidad de andar en bicicleta por el sector de Til Til y conocí el escenario de escasez hídrica con que viven las personas. Me contaron que hace más de 10 años no llegaba agua al sector y producto de esto había muchos animales muertos en el camino. A raíz de esta situación se me ocurrió la idea de transportar los residuos orgánicos de Santiago para repartir a estas localidades.

Comencé haciendo los viajes con mi auto cada semana y luego se fueron sumando más personas. Con el paso del tiempo empezamos a salir a la palestra y el alcalde de Las Condes nos invitó a trabajar en su comuna. Igualmente estuvimos ayudando en Til Til hasta que empezó la pandemia, luego ingresamos a San José de Maipo a través de una asociación con la municipalidad. 

Posterior a esto empezamos a trabajar con Licantén gracias a que el alcalde creyó en nuestro proyecto y actualmente llevamos dos años haciendo economía circular, retirando desechos en diferentes sitios. Gracias a esta labor hemos podido aportar en el ahorro de las personas para alimentar a sus animales y hemos evitado que estos residuos terminen en un relleno sanitario. 

Desde que somos fundación hemos rescatado y donado más de 150 toneladas de residuos, reintegrándolos en una cadena alimenticia de animales. Gracias a todo este trabajo hemos obtenido varios reconocimientos, como el Premio Nacional de Desarrollo Social, otorgado por la gente. 

Actualmente contamos con un nuevo socio estratégico que es Consorcio Santa Marta, quiénes nos entregan soporte logístico para lograr retirar desde el Mercado de Lo Valledor, más de ocho toneladas por cada entrega, logrando a la fecha distribuir, solo con Santa Marta, más de 70 toneladas de residuos orgánicos a la comuna de Paine. Con esta Municipalidad firmamos un convenio de colaboración, en el cual ellos gestionan la recepción en los sectores de Laguna de Aculeo, Rangue, Cuesta Chada y Las Turbinas, logrando beneficiar así a más de 200 familias del sector con alimento para sus animales, todas situadas en lugares de extrema sequía. 

Es justamente con Santa Marta que hoy estamos impulsando como Fundación Realim un programa anual de educación ambiental en dos escuelas rurales de Lonquén y Lo Herrera; sin embargo, consideramos que como sociedad estamos muy atrasados en esta materia, porque hay muchas cosas que se pueden hacer para alcanzar un equilibrio ecológico, aunque sólo es posible si las personas cuentan con la conciencia necesaria, ya que nosotros podemos desarrollar mil acciones, pero si no está dentro de la persona esa empatía y entendimiento de que estos residuos son un máximo beneficio para otras personas, es complicado avanzar. 

Es necesario fomentar la educación ambiental integral, idealmente empezando en los colegios para que los niños/as tengan estos conocimientos e información inmerso en su cabeza desde temprana edad. Sé parte de esta petición haciendo clic en apoyar y ayudándonos a difundir. ¡Necesitamos tu apoyo para hacerlo posible!